Andrea Orcel rompe su silencio. En una entrevista concedida a 'Financial Times', el banquero reconoce que, tras conocer la decisión del Santander de dar marcha atrás en su fichaje como nuevo consejero delegado, sintió una “inmensa decepción”.
“La primera reacción fue de sorpresa, tristeza… no sé si la palabra decepción en inglés es suficiente para describir la situación”, explica el exbanquero de UBS al diario. “Esto es un cisne negro, esto no ha pasado nunca antes, me decía”, insiste.
Aunque el exbanquero de UBS no entra en detalles legales, deja claro que “no soy una persona que deje las cosas pasar, especialmente cuando pienso uqe lo correcto es no hacerlo”, advierte.
Orcel decidió en marzo emprender acciones legales para conseguir que Banco Santander le pague una indemnización después del fracaso en su fichaje como nuevo consejero delegado de la entidad. El banquero de inversión ha contratado al bufete español De Carlos Remón para estudiar una posible demanda si no se alcanza un acuerdo previo con el banco presidido por Ana Botín.
"Orcel lleva trabajando con este despacho desde la segunda semana de febrero, analizando su situación y, ahora, ha llegado el momento de definir la estrategia mediante la toma de decisiones", indicaban hace unas semanas fuentes del entorno del banquero.
Orcel, que vive actualmente "a caballo" entre España y el extranjero, medita la posibilidad de exigir al banco una indemnización "por los daños sufridos no solo por la pérdida patrimonial tras su salida de UBS, sino también en el ámbito reputacional", explican las fuentes consultadas.
“No quiero estar de guardia todos los días. Ese es el reto de mi nueva vida", asegura en la entrevista el banquero, en referencia al posible proceso judicial si no se alcanza un acuerdo.
El medio también ha preguntado a Orcel sobre su relación con Emilio Botín. "Tuve una relación especial con Emilio. Me enseñó muchas cosas”, asegura.