Telefónica ha suscrito un acuerdo para la venta de 11 centros de datos a Asterion Industrial Partners, la firma independiente de gestión de inversiones en infraestructuras en Europa, por un importe total de 550 millones de euros. Se estima que la plusvalía de la operación, antes de impuestos y de minoritarios, ascenderá, aproximadamente, a 260 millones de euros.
El acuerdo, según explica la compañía en una nota, se complementa con la firma de un contrato de prestación de servicios de housing. Así seguirá prestando y gestionando los servicios que viene ofreciendo a sus clientes desde estos centros y mantendrá la relación directa con ellos. Este contrato permitirá a Asterion, por su parte, apalancarse en la red de ventas de las operaciones del grupo Telefónica para comercializar el resto de capacidad disponible en estos centros.
Tras concretarse la operación, la deuda de Telefónica bajará por primera vez en más de diez años de 40.000 millones de euros, siempre que no se tenga en cuenta el impacto del cambio normativo que le obliga a incluir como deuda los arrendamientos operativos.
Telefónica cerró 2018 con una deuda de 41.785 millones de euros, que se reducirá en 1.400 millones de euros gracias a la venta de su compañía de seguros personales Antares y a las desinversiones realizadas este año en Centroamérica, algunas de las cuales, a excepción de la de Guatemala, están anunciadas pero no cerradas, han informado este miércoles a
A estos 1.400 millones de euros, hay que sumar los 550 millones de euros obtenidos por la venta a Asterion de 11 de sus centros de datos, algo menos de la mitad de los que tiene la compañía. También afectan los 702 millones de euros que Hacienda ha tenido que devolver a la compañía española por el exceso de Impuesto de Sociedades pagados entre 2008 y 2011.
Una vez que se formalicen todas estas operaciones, la deuda de Telefónica bajará de 40.000 millones de euros, cifra a la que no llegaba desde antes de 2006, cuando se formalizó la compra del Grupo O2 y otras inversiones. Sin embargo, la cifra se oficializará siempre que no se tenga en cuenta el impacto de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés), que la obliga desde el pasado 1 de enero a computar como deuda los arrendamientos operativos, lo que tendrá un impacto estimado de 7.400 millones de euros y 8.100 millones de euros.
LIDERAZGO
Telefónica mantiene su posicionamiento comercial, la relación con sus clientes y "su liderazgo en la oferta de servicios de conectividad y capacidades cloud para el segmento corporativo". Una oferta que seguirá ofreciendo desde una red de 23 centros de datos, incluyendo los 11 objeto de la venta. El perímetro de la operación no incluye ni la venta de servidores propiedad de Telefónica o de sus clientes alojados en los mismos ni la gestión y acceso a los mismos.
El cierre de la venta tendrá lugar en un plazo aproximado de dos meses, salvo la de cuatro, cuya efectiva transmisión está condicionada a determinadas autorizaciones y trámites administrativos.
El acuerdo, remarca la operadora, se enmarca en "la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica, basada en una estrategia de creación de valor, optimización del retorno sobre el capital y posicionamiento estratégico. Asimismo, complementa el objetivo de reducción de deuda y fortalecimiento de balance por la vía orgánica, en un escenario de generación de caja creciente, que permite a la compañía a la vez mantener una remuneración al accionista sostenible y atractiva".