El Ayuntamiento de Madrid aprueba este jueves una ordenanza municipal que busca 'taxificar' las VTC y limitar su actividad. El objetivo es evitar que puedan hacer lo que los taxistas consideran competencia deslelal por parte de los vehículos de Uber y Cabify.
La normativa, que se aprobará en la Junta de Gobierno, contempla que los coches de VTC tengan que librar dos días a la semana. Es decir, que sólo podrán trabajar cinco días durante dieciséis horas, el mismo calendario laboral que tiene un taxi en la ciudad de Madrid.
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, los coches de Uber y Cabify en Madrid no podrán parar en los carriles bus para recoger y dejar viajeros, algo que deberán limitar a través de las aplicaciones.
Prohibido aparcar
Por si fuera poco, tendrán prohibido aparcar a menos de 100 metros de una estación de tren, autobús o intercambiador de transporte. Cuando quieran hacer recogida o descarga de pasajeros tendrán que utilizar los párkings rotatorios que haya en las inmediaciones de esos centros.
El Ayuntamiento va a obligar a que si existe una contratación telemática (a través de apps) ya no se puedan ofertar trayectos entre dos puntos donde una VTC no pueda efectuar su parada.
Limitación en vacío
Los vehículos de VTC tampoco podrán circular en vacío por la ciudad. Según el texto que hoy aprobará el Ayuntamiento, tendrán limitados los kilómetros que pueden hacer por la ciudad sin pasajeros.
Se estructurará a través de la etiqueta medioambiental y se establecen una serie de porcentajes que quedarían de la siguiente manera: los de clase A, el 25% del total; los de clase B, el 35%; los de la C, el 50% y los que tengan etiqueta ECO, el 65%. Todos ellos en función del total de kilómetros recorridos diario, semanal o mensual.
Habrá que ver de qué manera se establece cuándo se considera que un vehículo viaja en vacío. ¿Si va a recoger un servicio se considera como tal? ¿Se computan los regresos a la base? Una opción, a falta de conocer cómo quiere establecerlo el Ayuntamiento, sería hacerlo en función del recorrido que se vaya a hacer. Es decir, si el viaje precontratado es de 5 kilómetros, como máximo el coche podría estar a 2,5 kilómetros de distancia del usuario si fuera de clase C.
El conjunto de la norma será de aplicación a todos los vehículos VTC que tengan servicios con origen y destino Madrid. Para ello se va a crear un registro público de VTC en el que tendrán que estar inscritos los vehículos que operen en la ciudad, así como los trayectos que hagan.
La ordenanza se aprueba en la Junta de Gobierno, pero tiene que pasar por el proceso de consulta pública, lo que obliga a que hasta dentro de un mes no pueda pasar al Pleno Municipal para su visto bueno. Por tanto, será el próximo Gobierno municipal quien se ocupe de su aprobación definitiva.