El fundador y director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, se presentó este martes ante sus accionistas con "buenas noticias" que quería comunicarles cuanto antes: "Lo hemos vuelto a hacer. EL ESPAÑOL está en beneficios y somos uno de los grandes".
El León de El Español Publicaciones, sociedad editora del periódico, registró un beneficio operativo (ebitda) de 226.865 euros durante el año 2018, el primer ejercicio en números positivos de su corta historia y cumpliendo así estrictamente con el plan de negocio presentado a sus accionistas a finales de 2015, tal y como adelantó la consejera delegada, Eva Fernández, en la Junta.
Unas cifras que permiten alcanzar el punto de equilibrio y que "nos permite navegar por mar abierto, aunque no sople el viento con la intensidad que nos gustaría", dijo el director de EL ESPAÑOL. Números que también hacen que “nuestra empresa haya superado sana y salva la etapa más dura de la navegación”, doblando ya el “Cabo de las Tormentas”.
"Lo siento por los agoreros, por los que nos han puesto zancadillas, por los que necesitaban justificar su mediocridad con nuestro fracaso. Lo hemos vuelto a hacer: ya somos uno de los cinco grandes diarios de calidad con implantación nacional", añadió. Como muestra, las cifras de audiencia que sitúan a EL ESPAÑOL con 41 millones de usuarios únicos según Google Analytics, una referencia objetiva que permite una medición homogénea y en la que el crecimiento es evidente.
EL ESPAÑOL es el único diario que cuenta con un triple control de audiencias, dado que los datos de Google Analytics están certificados por OJD y que triplica, o incluso cuadruplica, a medios con mayor antigüedad. "Multiplicamos por 15 a alguno que nació a la vez que nosotros", subrayó. Por último, Comscore, cuyas cifras no sitúan en 12 millones de usuarios únicos, lo que supone duplicar las cifras del año pasado y que permiten al periódico abrir brecha con sus perseguidores, tanto tradicionales como nativos digitales.
Ramírez reconoció que, pese al éxito, todo ha sido y está siendo "más difícil de lo que esperábamos". En parte, por motivos coyunturales como los problemas tecnológicos de los inicios, el boicot del duopolio a EL ESPAÑOL y la proliferación de la oferta. Pero también, y especialmente, por cuestiones estructurales, como la concentración de la inversión publicitaria en Google y Facebook, la inexistencia hasta la fecha de un mercado de suscripciones y la gratuidad total.
Numerosos retos que ahora EL ESPAÑOL podrá afrontar con más tranquilidad porque "salvo cataclismo de la economía, no debe volver a número rojos". De hecho, tras esta Junta comenzará a diseñarse un nuevo plan estratégico que aborde todos los desafíos a los que debe hacer frente: mejora del producto en calidad y cantidad o revolucionar -con el big data- el mercado de las suscripciones, entre otros.
Todo ello en un "escenario de drama e incertidumbre política". El director de EL ESPAÑOL recordaba que el año pasado en la Junta acababa de caer la moción de censura que "había fulminado como un relámpago la impostura de Rajoy" y en 2019 tenemos a un Pedro Sánchez que "empezó a ganar el día que Rajoy tiró la toalla" y aprovechó la "prima del incumbente" para conseguir una victoria que, con 123 escaños, le deja "exultante" tras los últimos comicios.
Para Ramírez, conviene no olvidar que Sánchez pactó la moción de censura con los separatistas ofreciéndoles "concesiones más en las formas que en el fondo", con la expectativa de los indultos a los procesados en el juicio del 'procés' y bajo la "influencia de Podemos". En medio de todo esto, la irrupción de Vox en el panorama electoral fragmentando el voto de la derecha y frustrando las expectativas causadas por los sondeos en el PP y Ciudadanos.
La irrupción de Vox, que provocó un gran interés en el entorno del periódico y provocó algo de lo que ya advirtió EL ESPAÑOL: que la fragmentación de la oferta combinada con la ley electoral y el sistema de reparto de restos iba a suponer que la suma de Andalucía se convirtiera en resta en las generales. "Siento mucho haber tenido razón, siento que EL ESPAÑOL haya tenido razón", señaló Ramírez.
Por eso, Pedro J. Ramírez cree que "por paradójico, injusto o disparatado que resulte, el PSOE de Pedro Sánchez ha emergido de las elecciones generales como el único partido que puede proporcionar estabilidad al sistema económico y al modelo autonómico".
"No es un partido centrista, pero ocupa el centro parlamentario" y puede pactar a izquierdas y derechas. Por eso, tal y como avanzó el pasado domingo, el director de EL ESPAÑOL ha vuelto a proponer que "Casado y Rivera pacten una abstención conjunta en la investidura, a cambio de unas elementales líneas rojas sobre impuestos, reforma laboral o modelo constitucional".
Un sistema que "debería ser el preámbulo de una colaboración más amplia", fundamentalmente entre Sánchez y Rivera -o lo que es lo mismo- entre el Partido Socialista y Ciudadanos, algo que ya fue posible cuando ambos alcanzaron el Pacto de 'El Abrazo' con bastantes menos diputados.
EL ESPAÑOL, dijo Pedro J. Ramírez, está dispuesto a intentar contribuir a que "lo que hoy parece quimera se convierta en realidad pensando en el interés general". "En muchos momentos clave hemos sido barrera, dique de contención, trinchera frente a lo inaceptable incluso. Volveremos a serlo si es preciso, si se ponen en riesgo los grandes legados de la Transición. Pero pienso que ahora nos toca intentar ejercer de puente entre la izquierda y la derecha o al menos entre el centro izquierda y el centro derecha. Creo que estos 41 millones de audiencia, 24 de ellos en España, nos otorgan una responsabilidad. También una oportunidad de influencia. Ejerzámosla juntos", concluyó.