Es imposible pasear por Madrid y no toparse con algún patinete. Estos vehículos de uso personal se han desplegado por toda la ciudad, prácticamente sin olvidar ningún barrio. En total, hay 22 empresas con licencias que suman 9.859 patinetes autorizados. Sin embargo, la distribución de las zonas no convence a estas compañías.
Fuentes del sector indican a EL ESPAÑOL que desde que operan en la capital han registrado un menor volumen de viajes en comparación con pruebas piloto realizadas con incluso menos vehículos. "Desde la implementación de las licencias el uso de patinetes ha disminuido fuertemente", explican desde Bird, una de las empresas líderes en este tipo de movilidad a nivel mundial.
En el caso de Voi, una de las compañías que ya operaba en la ciudad sin licencia del Ayuntamiento, confirma estos datos y asegura que el número de viajes también se ha reducido. La empresa de patinetes sueca cree que el hecho de que "se hayan tomado como referencia las vías patinables y no el número de viajes por patinete o la demanda" para distribuir los vehículos por la ciudad provoca que en ocasiones no haya disponibilidad y el usuario tome otras alternativas.
En este argumento coincide Bird que considera que los patinetes pueden convertirse en una alternativa al coche si se distribuyen teniendo en cuenta "datos y uso real de los vehículos".
Desde Adigital, asociación de economía digital que agrupa a Smart Mobility, su presidente, José Luis Zimmermann, explica a este periódico que la distribución actual provoca que no se cumpla con la demanda de estos vehículos. "Se acaban produciendo situaciones en las que un usuario tiene que descargarse varias aplicaciones para poder moverse en patinete", describe.
Sobre si el aumento de la oferta ha condicionado estas cifras, las mismas fuentes aseguran que no ha sido así y que se debe a un síntoma generalizado entre todas las empresas del sector.
Alternativas de movilidad sostenible
Si en algo coinciden el Ayuntamiento madrileño y las empresas de patinetes es que estos vehículos son una "alternativa" al coche. Por ese motivo, las empresas piden un reparto más lógico de las licencias por los barrios de Madrid. Desde Bird están convencidos de que los patinetes son una opción no solo para el centro de la ciudad, sino también para los barrios periféricos y ponen de ejemplo París, donde los patinetes se han convertido en una opción para los barrios más alejados.
Zimmermann apela a una legislación más homogénea en toda España para "afianzar al usuario" y que las empresas no tengan que cambiar por completo su modelo. Por su parte, desde Bird piden "más flexibilidad para ajustar los servicios a la demanda, tanto en el centro como en otros barrios".
En cualquier caso, las negociaciones entre empresas y el Ayuntamiento se han paralizado a causa de las elecciones municipales. Según fuentes del sector, el Consistorio no quiere realizar cambios hasta conocer si repite el mismo equipo de Gobierno o los madrileños eligen a otros representantes políticos para el Ayuntamiento.
Licencias temporales
Cabe recordar que las licencias de estas empresas son autorizaciones demaniales temporales con vigencia "hasta el 31 de diciembre de 2020" y es que el Ayuntamiento considera este primer proceso un "prueba y error" para medir la capacidad de los patinetes de convertirse en un agente de movilidad.
De hecho, como ya explicó este periódico, el Consistorio no descarta la convocatoria de un concurso público que limite las licencias de patinetes a un número más reducido de empresas. Esta opción es la que se ha tomado en ciudades como Zaragoza.