El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, ha señalado que los operadores de telecomunicaciones europeos no han detectado ninguna brecha de seguridad en sus proveedores tecnológicos, entre los que se encuentra Huawei, y ha mostrado la voluntad del sector de que se establezcan pruebas comunes que garanticen la seguridad de la tecnología y eviten que el desarrollo tecnológico sufra los "daños colaterales" de otras dispuestas comerciales.
Telefónica reitera así su apoyo a la postura de la GSMA tras la crisis surgida a principios de año por las acusaciones realizadas por Estados Unidos de falta de seguridad de los equipos del fabricante chino Huawei, tras lo que recomendó a Gobiernos y operadores que trabajaran juntos para llegar a un acuerdo sobre pruebas de seguridad y certificación para garantizar la confianza en los equipos.
En la presentación del informe sobre perspectivas económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Vilá ha detallado que los principales actores europeos de la industria móvil, englobados en la GSMA, han estado evaluando las implicaciones de posibles brechas de seguridad de algunos proveedores tecnológicos y hasta ahora ningún operador ha sido capaz de encontrar ninguna brecha.
El consejero delegado de Telefónica ha incidido en la importancia de este hecho, ya que la seguridad está "en el centro" de la actividad de un operador de telecomunicaciones y de lo que tiene que ofrecer a sus clientes y a los gobiernos que les conceden las licencias. Por ello, ha incidido en que la seguridad es algo "con lo que no se puede comerciar" y ha asegurado que si se detecta un fallo, se actuaría en consecuencia.
En este contexto, ha abogado por que cualquier medida que se tome esté "basada en los hechos" y ha advertido de las implicaciones que tendría restringir el acceso a un proveedor en la cadena de suministro en la inversión y el desarrollo del 5G, ya que elevaría los costes tanto para las compañías y para sus clientes y retrasaría el despliegue.
"Estamos listos para actuar y para proponer a las instituciones multilaterales como la Unión Europea (UE) pruebas de campo comunes con el fin de asegurar que la tecnología es segura y no está vinculada a otro tipo de disputas comerciales que pueden generar daños colaterales en desarrollo tecnológico", ha subrayado.
En este sentido, ha remarcado que la revolución digital supone un cambio de paradigma, marcado principalmente por la nueva tecnología móvil 5G, que implica mucha inversión, por lo que ha incidido en al importancia de basarse en los hechos en situaciones como la que está surgiendo en el frente tecnológico de la guerra comercial.