El exsubsecretario de Economía Miguel Temboury Redondo ha asegurado que BFA-Bakia era la entidad que más preocupaba a su llegada al Ministerio de Economía a finales de 2011 y principios de 2012 debido a su elevada exposición al sector inmobiliario y a su mayor dependencia de los mecanismos de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) en una situación de "terremoto financiero" que atravesaba la economía española y europea, aunque desconoce si la entidad cometió irregularidades contables.
Según ha relatado durante su interrogatorio en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), cuando tomó posesión en diciembre de 2011 había una "preocupación extrema" por la situación económica, el sector financiero y el grupo BFA-Bankia en particular.
En concreto, la especial preocupación por Bankia respondía a su mayor dependencia de los mecanismos de liquidez del BCE y a la alta exposición de su balance al sector inmobiliario, pero Temboury ha asegurado no tener conocimiento de que Bankia hubiera incumplido la legalidad contable al presentar las cuentas de 2011.
En diciembre de 2010 el FROB había inyectado en BFA-Bankia 4.465 millones de euros en preferentes que serían recompradas por Bankia a los cinco años, aunque de no ser capaces de proceder a la recompra, estas preferentes se convertirían en acciones.
En febrero de 2012 se aprobó el real decreto conocido como 'Guindos 1' y en mayo un segundo real decreto, el 'Guindos 2', que pedían esfuerzos adicionales de saneamiento a las entidades de crédito y que pretendían dar la tranquilidad de que las entidades iba a estar preparadas para enfrentarse a posibles escenarios adversos, según ha indicado Temboury.
Según ha asegurado, estas normas fueron aprobadas por el Ministerio de Economía porque no había tiempo material para aprobar una Circular del Banco de España. "En el sistema jurídico español, por fortuna o por desgracia, a veces la forma más rápida de aprobar una norma es un real decreto. Era imposible, es que no llegábamos, y otra cosa hubiera sido una dejación grandísima de funciones", ha asegurado.
"Cuando tomamos posesión, nos encontramos con una situación económica terrorífica en España y en Europa y toda la situación financiera estaba afectada por Bankia. Esos 4.465 millones de euros podían conllevar que se procediese a la nacionalización de la entidad, poco después aprobamos el decreto 'Guindos 2' y todo eso llevó a que se acrecentase la situación de la entidad", ha explicado.
Temboury ha asegurado que no había una especial fijación con Bankia, sino que "el sistema se desangraba" y la entidad era la que más preocupaba por su especial exposición inmobiliaria y de dependencia de la liquidez del BCE.
Aunque el exsubsecretario no tuvo intervención directa en las reuniones del Ministerio de Economía del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha asegurado que había en ese momento numerosos informes, estudios y valoraciones de analistas internacionales, pero que la evolución de los acontecimientos sucedía a tal velocidad que "cualquier cifra se quedaba obsoleta de una semana para otra".