Fridman, 'el gran jefe' que fletó el 'Prestige' e investigan por sobornos que acaba de asaltar Dia
El magnate Fridman cuenta con una fortuna de 15.200 millones de dólares.
26 mayo, 2019 01:31Noticias relacionadas
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Aunque entre accionistas y medios se haya ganado el apodo de ‘el ruso’, Mikhail Fridman nació, en realidad, en Lviv (Ucrania). El reciente comprador de la cadena de supermercados Dia tiene, sin embargo, pasaporte ruso e israelí. Fridman es considerado el número 79 de la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo.
Su fortuna asciende a los 15.200 millones de dólares según Forbes, y es que, además de ser el dueño de LetterOne, el fondo de inversión con el que se ha hecho con un 70% del capital social de Dia, Fridman es dueño de Alfa Group, un consorcio empresarial en el que se incluyen la principal cadena rusa de supermercados (x5 retail), un banco (Alfa bank), una gestora o empresas de gestión de agua.
El magnate también es propietario y miembro del Consejo de Administración de la empresa de telecomunicaciones Vimpelcom. La ‘teleco’, con sede en Holanda y cotizada en la bolsa estadounidense, ha sido sancionada en diversas ocasiones por incumplir la normativa, según un informe de la Fiscalía al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
La forma en que Fridman ha conseguido hacerse con Dia no ha gustado a los accionistas. Y es que la manera de proceder del magnate ruso en otras operaciones ha levantado sospechas. Según indica la Fiscalía, en 1999 el empresario consiguió “convencer” a un juez “para que declarase la quiebra de una empresa petrolera y poder comprarla a un precio mínimo para su propia compañía”.
Fridman también está siendo investigado por el pago de sobornos en Uzbekistán y por las irregularidades en la auditoría del Grupo Zed en España. “El gran jefe”, así le llaman algunos de los testigos con los que cuenta el Ministerio del Interior español, ha sido el líder de las operaciones de Alfa Group y LetterOne para hacerse con otras compañías.
Del ‘Prestige’ a Dia
El nombre de Mikhail Fridman también aparece entre una de las mayores catástrofes medioambientales que ha vivido España. Alfa Group también contaba en su listado de empresas con Crown Resources, la empresa responsable de la carga del petrolero Prestige que acabó naufragando en la costa gallega en 2002. Un mes después del desastre, Alfa Group vendió todas sus acciones de Crown Resources y se lavó las manos ante las consecuencias en nuestro país.
Alfa Group también fue acusado de incumplir las sanciones impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Irak durante el régimen de Saddam Hussein.
Fridman es considerado, según un informe de 2007 publicado por WikiLeaks, como uno de los oligarcas rusos cuyo poder empezó a crecer tras la caída de la Unión Soviética en 1991. El mismo informe relaciona al magnate ruso con altos cargos de KGB y asegura que estuvo detenido entre 2000 y 2001 por vender “mercancías ilegales”.
Familia y vida privada
El magnate ruso es el hijo único de una pareja de ucranianos, judíos y militantes del partido comunista. Estudió en el Instituto de Aceros y Aleaciones de Moscú, donde se graduó con honores, según el informe de WikiLeaks. Mientras estudiaba, conoció a su esposa María, con quien es padre de dos hijas.
El mismo documento asegura que Fridman se describe a sí mismo como “vago y glotón” y sus amigos señalan que es una persona “codiciosa, resentida, desconfiada y propenso a la depresión y a los pensamientos suicidas”.
En 2016, Fridman compró Athlone House, una mansión londinense abandonada por 65 millones de libras. Con una sala para fumadores, una piscina subterránea, una bodega, pista de tenis y seis dormitorios, el Daily Mail valoraba la casa en 130 millones de libras.
El desembarco en Dia
Fridman ha tardado un año y medio desde que se convirtió en el principal accionista de la compañía hasta tener el control de Dia. La nueva cúpula, configurada por el magnate, tiene el firme objetivo de convertir a la empresa "en un operador de distribución alimentaria de proximidad líder", así lo afirmó Stephan DuCharme, nuevo presidente del Consejo de Administración de la cadena de supermercados.
El magnate quiere ‘lavar la cara’ a Dia, un plan en el que invertirá 250 millones de euros. De apostar por la marca blanca a transformar las tiendas, Fridman ya ha empezado su desembarco.