El presidente en España de Lazard, Jaime Castellanos Borrego, ha señalado que la firma asesora de Bankia en la operación de salida a Bolsa comunicó a la entidad que había "una oportunidad" para la operación, pero al precio que fijase el mercado en un entorno de turbulencias.
Castellanos ha sido hoy interrogado como testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), una operación en la que Lazard participó como asesor financiero.
El directivo no recuerda haber recomendado en algún momento no continuar con la operación, aunque ha reconocido que "hubo momentos a lo largo de todo el periodo de ciertas dudas e incertidumbres". En cualquier caso, ha apostillado que la decisión final la tomaban los gestores de la entidad.
Durante una reunión del consejo de administración de Bankia en junio de 2011, Lazard trasladó que había "una ventana de oportunidad para la operación", pero al precio que fijaba el mercado.
"En esa época, había unas turbulencias dentro del sector financiero y bursátil tremendas y había operaciones que se paraban en el proceso de salir al mercado u otras que salían con dificultades. En un momento dado, Lazard lo que pudo decir es que había una oportunidad, una ventana, pero el mercado marcaba a qué precio", ha relatado.
Castellanos ha explicado que el trabajo de Lazard en el asesoramiento del proceso de salida a Bolsa consistía en estudiar la composición del sindicato de entidades colocadoras, acompañar a su cliente y a los bancos colocadores en las presentaciones a potenciales inversores y elaborar un documento de conclusiones sobre el interés del mercado.
En estas presentaciones, Lazard no tenía voz, sino que solo podían hablar los líderes del sindicato de los bancos colocadores, por lo que ha descartado que la firma tuviese con potenciales conversaciones sobre las provisiones de Bankia. Tampoco entraba dentro de sus labores valorar el precio de la acción.
Lazard recomendó a Bankia fijar una banda de precios en el folleto de salida a Bolsa de entre 4,41 euros y 5,05 euros, aunque finalmente la entidad debutó con un importante descuento.
En este sentido, Castellanos ha indicado que en un proceso de salida a Bolsa "en un momento dado se entiende que se puede salir a un precio". Sin embargo, conforme se acerca la fecha de la operación, "normalmente" hay un porcentaje de inversores dispuestos a entrar en una banda de precio y otro porcentaje dispuesto a otra banda, por lo que esta "tiene que correrse en un sentido" para alcanzar el número suficiente de inversores.
El feedback internacional, negativo
En la misma línea ha comparecido el representante legal de JP Morgan Securities, quien ha afirmado que la firma comunicó a Bankia que habría poca demanda de inversores extranjeros para invertir en la salida a Bolsa de la entidad, debido a la preocupación por el entorno macroeconómico en el que se encontraban las entidades financieras españolas en ese momento.
JP Morgan participó como entidad colocadora junto con Bank of America Merrill Lynch, Deutsche Bank, UBS y la propia Bankia. Su representante legal ha asegurado que el feedback de los inversores internacionales era mayoritariamente negativo, lo que motivó que hubiese poca participación internacional en la operación.
Según ha indicado, había un feedback más positivo en cuanto a la posición de dominio en el mercado español que tenía Bankia, pero también "preocupaciones típicas" sobre la calidad crediticia, el balance y el entorno en general del sistema financiero español.
La entrada de Bancaja en el SIP
En otro orden de cosas, el presidente de Lazard ha asegurado que en su labor de asesorar a Caja Madrid en 2010 para la formación del Sistema Institucional de Protección (SIP) que dio lugar al grupo BFA-Bankia se analizó una operación con Bancaja que vino "muy impuesta", cuando en realidad estaba a punto de cerrarse otra operación con otra entidad.
Durante el juicio, ha sido preguntado por las alternativas que estudió la firma en relación a posibles fusiones de Caja Madrid. "Estudiamos múltiples, una de ellas era Bancaja, pero fue de las operaciones donde Lazard hizo el mayor trabajo porque la operación de Bancaja, desde mi punto de vista, venía muy impuesta", ha indicado.
El presidente en España de Lazard ha insistido en que la operación de Bancaja llegó "mucho más como un planteamiento señalado que por una decisión de todo el proceso".
Así la firma analizó "todo el sector español de cajas", entre las que ha citado las dos cajas gallegas, Cajastur, La Caixa, Bancaja, Unicaja. Caja Madrid estuvo "muy cerca" de realizar una fusión con el Banco Guipuzcoano e incluso se analizaron "posibles operaciones paneuropeas". "En el proceso, Bancaja no estaba entre las designadas, es más, estábamos a punto de cerrar otra operación", ha afirmado.
Aunque Castellanos no ha revelado de dónde procedía dicha imposición, el exvicepresidente de Bankia y expresidente no ejecutivo de Bancaja, José Luis Olivas, ya aseguró durante su paso por el banquillo que el exsubgobernador del Banco de España Javier Aríztegui le pidió el 2 de mayo de 2010 integrarse en el SIP, a lo que en un primer momento se opuso.
Pocos días después, Olivas recibió una llamada del entonces gobernador del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien "insistió" en que Bancaja se fusionara con el resto de entidades, por lo que el exdirectivo dijo que se integraría en el SIP "si no había más remedio".
Después de Castellanos, ha sido interrogado el exsecretario general de Bancaja Vicent Palacios Bellver. La defensa que propuso su testifical fue la de José Luis Olivas, por lo que su comparecencia ha versado sobre el carácter de presidente "no ejecutivo" que este tenía y su limitación en la toma de decisiones.
La defensa de Olivas ha renunciado a mantener la testifical del auditor de Banco de Valencia y Habitat Miguel Monferrer Fabrega, que estaba citado a declarar este martes, debido a que está imputado en otro procedimiento y se ha acogido a su derecho a no responder a cuestiones sobre Banco de Valencia. Tampoco ha acudido el testigo citado Francisco García Valdecasas, auditor de Bancaja en los años 2008 y 2009.