Insiste Repsol en que cumplirán con lo que fije el plan de energía del Gobierno, pero pide una reflexión general de "hacia dónde vamos". El presidente de la compañía, Antonio Brufau, ha aprovechado la junta de accionistas, que se está celebrando este viernes en Madrid, para fijar la postura de la petrolera respecto al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) elaborado por el Ejecutivo y cuyo borrador ya fue enviado a Bruselas en febrero.
Una intervención en la que Brufau no se ha dejado nada en el tintero, y en la que ha insistido en que Repsol aboga por un proceso de transición energética que combine la reducción de los gases de efecto invernadero con la reconstrucción del tejido industrial. En este sentido, Brufau ha pedido al Ejecutivo que sea "una transición ordenada, posibilista, en nuestro contexto industrial!.
"Al margen de ideologías, de influencias de los grandes grupos de interés. Hay demasiadas voces. Nosotros decimos: hagan lo que tengan que hacer, pero con sentido de Estado, de futuro", ha declarado Brufau, que en esta junta será reelegido como presidente de la compañía por última vez, cargo que desempeñará hasta 2023.
¿Cómo hacerlo?
Brufau ha explicado que su compañía aboga por varios pilares a la hora de transitar hacia una sociedad mucho menos intensiva en carbono. Según Brufau, se trata de definir la senda más eficiente en costes para reducir las emisiones. "La AIE ha definido que el 80% de las emisiones se pueden reducir en 2040 con cosas que ya tenemos al alcance de la mano: eficiencia energética, movilidad, aislamiento edificios, cambios en la iluminación..." ha enumerado.
Asimismo, el presidente de Repsol ha recalcado la importancia de "no despreciar la tecnología", algo que, considera, sí que ha hecho el Ejecutivo de Sánchez. "El respeto a la neutralidad tecnología no es cierto. Se apuesta por unas tecnologías reconocidas y se niega o se desprecian otras del futuro", ha reseñado.
En este sentido, Brufau ha puesto de ejemplo que "si no tenemos en cuenta la necesidad que tiene Europa de capturar el carbono que se produce en la generación eléctrica, no avanzaremos", a lo que ha añadido: "No está desarrollado. Sí una gran cantidad de renovables, sí 5 millones de vehículos en 2030, sí que el diésel es el enemigo a batir. Esto no es neutralidad tecnológica, es apostar unas tecnologías en detrimento de otras y en detrimento de la investigación de futuro, de aquello que puede venir", ha asegurado, apelando, además, a un sistema en que la regulación no sea excesiva.
El presidente de la compañía ha recordado que el PNIEC prevé reducir un tercio todas las toneladas de dióxido de carbono (CO2) en 13 años, lo que multiplica por 2,4 los objetivos planteados por la Unión Europea.
Para Brufau, este "ambicioso" proyecto "no es suficiente" para hacer cambiar el sentimiento de otros países, incluido Alemania, que no pretende renunciar al carbón al menos hasta el año 2038. "Cuando pensamos que España tiene que liderar esto, vayamos con cuidado por los costes que puede provocar este liderazgo. No somos tan relevantes en Europa", ha señalado.
En concreto, el presidente de la petrolera se ha referido a que, pese a la sensibilidad de Europa en la lucha contra el cambio climático, solo se genera el 10% de las emisiones generadas en todo el mundo, frente al 28% que suponen en China.