Los empresarios españoles ha comenzado a movilizarse ante las negociaciones para la formación del nuevo gobierno de Pedro Sánchez que debe comenzar a perfilarse en las próximas semanas. Las informaciones confirmadas por EL ESPAÑOL indican que empresas del Ibex 35 que pertenecen a distintos sectores de la economía han contactado directamente con el entorno de Albert Rivera para pedirle que flexibilice su postura y que sea proclive a lograr acuerdos con el PSOE de Pedro Sánchez.
Este periódico ha podido confirmar que, al menos, tres grandes empresas españolas han llamado en los últimos días de manera formal a Rivera, pero otro tanto ha movido ficha de manera más sigilosa mediante intermediarios. Entre estas compañías se encuentran representantes de sectores tan diversos como la energía, las infraestructuras o la banca.
Fuentes conocedoras de la situación indican que la patronal CEOE también está tendiendo puentes por su cuenta, aunque sin peticiones concretas, sino que solo transmitiendo a los sectores políticos la preocupación patronal por el eventual devenir de la agenda política hacia posiciones más extremistas que podrían afectar la marcha de las empresas españolas y, en definitiva, el desarrollo inmediato de la economía.
Desde la disolución en 2016 del Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), el lobby de las grandes empresas españolas que presidió César Alierta, expresidente de Telefónica, la alta interlocución política de los miembros del Ibex ha quedado huérfana. Por ello, en este tipo de coyunturas las principales compañías españolas han preferido hacer su guerra por cuenta propia y mantener una relación directa con líderes políticos.
El "peligro" latente de Podemos
Para nadie es un misterio que el Ibex 35 y los mercados son partidarios de una amplia coalición entre PSOE y Ciudadanos, al estilo del fallido pacto de investidura de 2016 en el que Ciudadanos comprometió su apoyo a Sánchez tras firmar un acuerdo programático. Finalmente se volvieron a convocar elecciones ante el rechazo de Podemos al acuerdo.
De esta manera, ahora el mundo empresarial es consciente de que un apoyo directo de Rivera a Sánchez entrando en su gobierno es más difícil, por lo que han pedido directamente al líder de Ciudadanos que al menos se siente con Sánchez para lograr un acuerdo de mínimos que garantice la estabilidad para la próxima legislatura. Se trataría de un documento que -a cambio del apoyo a la investidura- comprometa a Sánchez con el desarrollo económico y se blinde antes las eventuales exigencias extremistas de Podemos.
El objetivo es frenar además la entrada del partido de Pablo Iglesias en el gobierno lo que, según creen, podría introducir elementos de incertidumbre en la gestión económica en momentos en que se avecinan nubarrones en la economía internacional. Las últimas propuestas de Pablo Iglesias “exigiendo un ingreso mínimo de 600 euros, semana de 34 horas y más impuestos", no ha hecho más que confirmar las preocupaciones del mundo de la empresa.
De hecho, en el mundo de la empresa confían en mitigar el impacto de los dos golpes recientes que le ha dado el gobierno de Pedro Sánchez: el primero fue la puesta en marcha del nuevo salario mínimo de 900 euros, pactado precisamente con Podemos; y el presupuesto enviado a Bruselas nada más realizarse las elecciones generales que confirmó la elevada factura de impuestos que el sector deberá enfrentar a contar el año 2020.
Que "no se toque" la reforma laboral
El Gobierno contempla diferentes medidas fiscales para aumentar la recaudación del impuesto de sociedades para las grandes compañías, entre la que destaca exigir una tributación mínima del 15% sobre la base imponible del impuesto de sociedades. También quiere poner en marcha una tasa sobre servicios digitales por 1.200 millones de euros y otra sobre los servicios financieros por 850 millones al año.
Batallas que en el mundo empresarial se consideran perdidas, pero que pueden ir a más si PSOE pacta con Podemos y no establece "un acuerdo de mínimos con Ciudadanos”. En el sector se considera que es clave que se mantenga la reforma laboral ya existente y que no se modifique este marco legal, como piden los sectores más cercanos a la izquierda del PSOE. En este sentido, la ministra de Economía Nadia Calviño, ya ha indicado que ve improductivo algún cambio en esta reforma.
También piden que este pacto incluya estabilidad en el marco regulatorio y que el gobierno ponga orden en su política energética, tecnológica, que en lo posible controle futuras subidas de impuestos y que se comprometa -con Ciudadanos como fiscalizador- a mantener un marco proempresarial y pronegocios que garantice tranquilidad económica durante la próxima legislatura.
Unas peticiones -la de lograr el pacto- en la línea de lo que se discutió en última reunión del Club Bilderberg en Suiza el pasado fin de semana, en el que se volvió a insistir en la necesidad de buscar un pacto entre estos dos partidos. Al encuentro asistieron por primera vez el líder del PP Pablo Casado y la representante de Ciudadanos Inés Arrimadas, a quienes se les habría pedido apoyo para lograr un acuerdo en este sentido.