Unauto ha criticado, una vez más, que se le obligue a sus clientes a contratar un servicio de VTC con 15 minutos de antelación. Lo ha hecho a través de un vídeo en el que varias personas viven en sus carnes el absurdo de tener que esperar este tiempo para empezar su viaje. 

Con este vídeo, la patronal de las VTC explica, en clave de parodia, el "sinsentido de una regulación que no responde a ningún criterio de interés general y que ha sido impuesta por el sector de taxi para blindar su monopolio", explica en un comunicado. 

La nueva ley española de transporte prohíbe que las VTC recojan a un viajero directamente en la calle. Un requisito que se impuso en algunas ciudades de España ante la presión del taxi en la huelga que el sector llevó a cabo a principios de este año. 

En estas protestas, los taxistas pedían a los organismos institucionales que estableciesen una precontratación del servicio con un tiempo mínimo. Una exigencia que en Barcelona tuvieron en cuenta y aceptaron hace dos semanas. Esta medida fue criticada desde el Govern de la Generalitat (Consell de Garanties Estatutaries), la Agencia Catalana de la Competencia y un sinfín de instituciones más.

El reglamento de Barcelona

Tal y como estaba previsto, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aprobó el reglamento que limita la actividad de las VTC en la ciudad. En él se exigía que haya que pedir una VTC con sesenta minutos de antelación y un registro electrónico local para estos vehículos. 

Además, el reglamento limitó las horas que pueden trabajar las VTC a 16 horas diarias. Estas son ocho de día y ocho de noche, en horario de 6.00 a 22.00 y de 22.00 horas a las 6.00 de la mañana. Estos tendrán que librar dos días a la semana, uno de ellos en fin de semana, y los sábados y los domingos trabajarán de forma alterna en función de si tienen licencia par o impar. 

El reglamento de Barcelona también prohíbe que los coches de Uber y Cabify puedan 'deambular' por las calles de la ciudad sin viajeros. De esta forma, exige que una vez terminado el servicio, vuelvan a su base o a algún aparcamiento autorizado. De hecho, está prohibido que puedan aparcar en la superficie, una medida con la que Ada Colay espera acabar con la captación ilegal de las VTC.