Decía Napoleón que “un líder es un negociador de esperanzas”, un concepto que no ha variado con el paso de los siglos. Así lo piensa Antonio Núñez, coautor junto a Tommaso Canonici de El líder ante la innovación, una obra en la que se analiza cuál debe ser el papel de los directivos a la hora de transformar las empresas.
Esos cambios a través de la innovación son fundamentales para garantizar la competitividad de las compañías, por lo que el líder debe asumir y creerse que innovar es clave. ¿Se lo creen realmente? “El dilema no es innovar o no innovar. Es innovar o desaparecer”, explica Núñez, para quien ya sea por convicción o por obligación, el directivo terminará apostando por los cambios.
Al contrario de lo que muchos pueden pensar, la edad no es impedimento para que un directivo se decida a transformar su empresa. “En el caso de los más mayores puede ocurrir que tengan la idea de dejar un legado y, por tanto, se hace un último empuje”, dice Canonici, quien cree que en muchas ocasiones los más jóvenes “a veces no son tan atrevidos como las generaciones más mayores”.
Las reflexiones de Canonici y Núñez llegan días después de que presentaran su obra ante un nutrido grupo de líderes empresariales en la Fundación Rafael del Pino. Ambos explican a EL ESPAÑOL que la clave para empezar a desarrollar un proceso de innovación es vencer algunos frenos: “acabar con la ausencia de cultura, evitar la falta de implicación del líder, cambiar procesos que impidan innovar y vencer el miedo al fracaso”.
Este último es fundamental, explican ambos autores. Ponen el ejemplo de Google, que cuenta con más de 3.000 empresas y tan sólo se conocen cinco grandes productos del buscador. “Innovar conlleva fracasar en el 90% de las ocasiones, explican, por lo que es importante que el consejero delegado sea capaz también de “asumir el fracaso” y cambiar el rumbo.
Es importante también que el CEO “sea capaz de imaginar la sociedad” que viene. Para Canonici “vamos a volver a una sociedad en donde las relaciones personales y el tiempo libre tendrán importancia para las personas, se valorará el tiempo fuera del entorno laboral y se dejará de lado la ambición del dinero. La gente empieza ya a mirar por el bien común y no tanto por el personal”, añade.
Al final, de lo que se trata, es de volver a poner “la experiencia del cliente en el centro de estrategia”, insiste Antonio Núñez. Ahora bien, los dos autores de El líder ante la innovación, se apresuran a aclarar que en este momento todo el mundo habla de la experiencia cliente “y no todos lo hacen de verdad, lo cual es un error”.
Ahora bien, Núñez recuerda que el líder no está -o no debe- estar sólo. “El rol del consejo de administración es básico”, por lo que considera vital que haya “perfiles innovadores” en sus sillas. Algo que no es la tónica en las empresas españolas. “Sólo el 2% de las empresas no tecnológicas tienen un perfil de este tipo en su consejo, y éste no puede ser un organismo aislado de la realidad de la empresa”, sentencia.
Para Canonici, además, los miembros del consejo deben entender que “la estrategia cambia según la época en la que vivimos y debe ir adaptándose en todo momento”.
Y antes de terminar, algunos consejos para los directivos que quieran lanzarse a por los procesos de innovación en sus empresas. “Que tengan valentía, lideren desde el trabajo y la excelencia, resistiendo a las presiones, implicando a todos y tener una gobernanza acorde con el proceso innovador”.
Son sólo algunos consejos que se recogen en El líder ante la innovación, en donde un centenar de CEOs acompañan a los autores para explicar las vivencias que han pasado en los procesos de transformación de sus compañías.