El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha avisado de que un potencial ajuste a la baja de los precios de la vivienda tendría un impacto negativo, "aunque de menor cuantía", en las entidades de depósito.
Así lo ha señalado durante la inauguración este lunes en Santander del seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía' organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas Económicos (Apie) y patrocinado por el BBVA.
Para el gobernador del Banco de España, este impacto en las entidades de depósito se produciría a través del efecto sobre las valoraciones de los activos adjudicados y del impacto indirecto sobre los niveles agregados de consumo y actividad.
No obstante, ha asegurado que el crédito asociado a la actividad inmobiliaria no está aumentando y que las nuevas hipotecas a los hogares se están concediendo con "prudencia". Además, ha señalado que una desaceleración cíclica, no asociada a un excesivo crecimiento previo del crédito, "también puede afectar a la rentabilidad y a los niveles de solvencia de las entidades financieras".
En general, sobre el mercado inmobiliario, Hernández de Cos ha apuntado que este se está reactivando y que lo está haciendo con un incremento de las transacciones y un repunte de los precios en niveles "compatibles con sus determinantes fundamentales".
Pese a ello, ha puesto de relieve las importantes alzas de los precios de la vivienda que se están produciendo en algunas ciudades españolas, como las islas Canarias y Baleares, y ha destacado así la "notable heterogeneidad" del mercado inmobiliario español.
Sin embargo, ha destacado que el repunte de la actividad inmobiliaria no se está traduciendo en un aumento del crédito asociado, ya que el crédito bancario concedido a las empresas inmobiliarias y constructoras sigue cayendo a tasas superiores al 10%, "en parte por la venta de paquetes de préstamos morosos".
Sobre el 'stock' de crédito, Hernández de Cos ha afirmado que el que respecta a las familias se encuentra "prácticamente estancado". "Es cierto que el flujo de crédito nuevo está mostrando bastante dinamismo, pero partiendo de niveles reducidos", ha añadido.
También ha apuntado que los estándares crediticios de concesión de hipotecas a hogares se mantienen "prudentes", puesto que la práctica totalidad de los préstamos concedidos son "de una cuantía inferior al valor de la transacción del inmueble, frente al 50% de antes de la crisis".
De hecho, ha asegurado que las hipotecas representan menos de cuatro veces la renta anual de los hogares y "el servicio de esta deuda supone menos del 20% de esa renta en un 50% de las hipotecas".
Desaceleración del PIB
En lo que respecta a la economía española en general, Hernández de Cos ha resaltado que aunque, según las últimas previsiones del Banco de España, se espera "una cierta desaceleración del PIB", este seguirá creciendo por encima de su potencial, "con lo que la brecha de producción será progresivamente más positiva".
Por ello, el gobernador cree que es el momento de reducir vulnerabilidades de la economía española, que son derivadas, "en parte", de un elevado endeudamiento exterior y del sector público, que "limitan el margen de maniobra de la política fiscal y aumentan la vulnerabilidad frente a subidas de los tipos de interés o de las primas de riesgo".
Según Hernández de Cos, aunque el ciclo de la economía española también parece que se está reforzando, "todavía queda algo de tiempo para que alcance niveles de alerta". De hecho, ha apuntado que solo en algunas carteras como la de consumo se observan "avances elevados de crédito".
Reforzar los criterios de concesión de crédito
En esta línea, ha afirmado que las entidades deben reforzar su criterio de concesión de créditos para lograr que el significativo incremento de la morosidad que se está observando se modere.
Así, el responsable de la institución cree que se debe tener en cuenta los retos y riesgos macrofinancieros en la toma de decisiones y realizar una gestión "responsable y eficiente" de los asuntos públicos y privados. En esta línea, ha abogado por acumular "colchones financieros" en los buenos tiempos para que puedan ser utilizados en los tiempos difíciles.
Afecta a la reputación del sector
Por otro lado, Hernández de Cos ha advertido de que el incremento de los litigios judiciales en el sector bancario afecta a la reputación de la banca, por lo que ha pedido a las entidades que hagan un esfuerzo para revertir esa percepción con transparencia y claridad.
En su opinión, uno de los retos de futuro para la banca europea es la mejora de la reputación. Según ha apuntado, en los últimos años el riesgo legal que afecta a la banca española, vinculado a litigios judiciales, se ha incrementado significativamente, por lo que las entidades se han visto inmersas en "un número elevado" de procesos judiciales en los que se cuestionaban ciertas condiciones contractuales de sus operaciones hipotecarias.
"El coste de estos procesos ya se ha hecho efectivo en muchos casos, pero existen todavía procedimientos judiciales muy relevantes pendientes de resolución", ha señalado el gobernador del organismo supervisor, quien ha resaltado que la litigiosidad implica una pérdida de reputación que las entidades "deben esforzarse en revertir".
En concreto, ha señalado que las entidades deben proporcionar a sus clientes la información precisa "de manera clara y transparente" y facilitándoles el acceso a productos financieros adecuados a sus necesidades y conocimientos financieros.
Otro desafío al que se enfrenta el sector bancario español es la reducción de activos problemáticos, pues los ya vendidos "eran más atractivos". En este sentido, Hernández de Cos considera "fundamental" que los bancos no relajen los estándares de concesión de los créditos, de manera que se minimice la nueva entrada de morosos y se mantenga la gestión activa de sus carteas de dudosos y adjudicados.
Según ha recordado, la reducción de activos improductivos y de las necesidades de saneamiento ha contribuido a la mejora de la rentabilidad, que sin embargo todavía se encuentra por debajo del coste del capital, por lo que incrementarla es "uno de los requisitos para que las entidades puedan generar capital orgánicamente y elevar sus niveles de solvencia".
Hernández de Cos ha resaltado que las entidades deben perseverar en sus ratios de eficiencia y acometer inversiones en nuevas tecnologías que les permitan reducir costes a medio plazo. Asimismo, ha indicado que tendrán que emitir "importantes volúmenes" de deuda con distintos grados de subordinación para cumplir con los requisitos mínimos de recursos propios y otros pasivos exigibles.
En esta línea, los costes de emisión de estos pasivos "son superiores a la deuda senior y a otros instrumentos garantizar", y de hecho aumentan cuanto más cerca están del capital en términos de prelación, pero también se reduce su coste cuanto mayor es el nivel de solvencia de las entidades.
Hernández de Cos ha advertido de que los bancos españoles mantienen niveles de solvencia reducidos en comparación con el resto de jurisdicciones europeas. Aunque "superan los mínimos regulatorios con suficiencia" y en términos de apalancamiento "superan a la media europea", el gobernador ha apuntado que se trata de un elemento de señalización relevante y que el capital "es la primera línea de defensa contra las pérdidas inesperadas y para reducir la probabilidad de que ocurra una crisis sistémica".
"En los últimos dos años la ratio de solvencia de máxima calidad CET1 phase-in se ha reducido casi un punto porcentual. Esto pone de manifiesto que el conjunto de los bancos no ha sustituido suficientemente elementos del capital de menor calidad que transitoriamente se consideraban dentro de esta categoría por otros con mayor capacidad para absorber pérdidas", ha lamentado el gobernador.
Proceso de consolidación bancaria
Durante su discurso, el gobernador del Banco de España también ha realizado una radiografía del sector financiero y su transformación en los últimos años, que llevó a una importante disminución del número de entidades.
Hernández de Cos ha destacado que la diversificación geográfica de las entidades españolas les permitió verse "poco afectadas por la crisis financiera internacional", con lo que aquellas que tenían presencia internacional limitaron sus pérdidas y pudieron seguir cubriendo orgánicamente parte de sus necesidades de capital.
Además, ha resaltado que estas entidades desempeñaron un papel relevante en la resolución de la crisis, al poder absorber otras entidades en posición más débil. De las 122 entidades registradas al comienzo de la crisis, en 2018 existían un total de 61, lo que ha supuesto un aumento singnificativo de la concentración.
"La mayoría de los procesos de fusión y absorción han dado lugar a entidades más sanas y con ahorros significativos de costes", ha afirmado Hernández de Cos.