Un avión  737 MAX de Boeing  y un A321XLR de Airbus.

Un avión 737 MAX de Boeing y un A321XLR de Airbus.

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Airbus vuela alto y Boeing renace en el Paris Air Show, el evento aeronáutico clave del año

Ambos fabricantes reciben el espaldarazo que buscaban para sus modelos más importantes.

25 junio, 2019 05:11

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Como en cada edición, el Paris Air Show, también conocido como Le Bourget, ha servido como infalible termómetro del estado de la industria aeronáutica. Un año que venía marcado por el moderado apetito de pedidos y la incertidumbre sobre las consecuencias comerciales derivadas de los accidentes del 737 MAX de Boeing.

Tras una semana de intensa feria, tanto el fabricante estadounidense como su homólogo europeo Airbus pueden salir con lecturas positivas. Y es que, si se tratara de una partida de póker, se podría decir que ambos contendientes de la batalla comercial aeronáutica supieron jugar su mano y recoger ganancias.

En el caso de la europea, su apuesta para este año, el A321XLR, recibió un importante espaldarazo comercial lo que reafirmó la buena salud de la apuesta comercial realizada por el grupo: maximizar la eficiencia de consumo de todas sus familias.

Por parte de la estadounidense, el Paris Air Show puede catalogarse ya como el evento en el que el 737 MAX resucitó y, con él, gran parte de las ilusiones de la compañía. La estadounidense encaraba el encuentro con la intención de hacer hincapié en su mensaje de confianza sobre su avión, que aún espera en tierra el visto bueno de las autoridades para volver a volar.

Además de esto, se llevó una carta de intenciones de IAG para hacerse con 200 unidades del 737 MAX. Un acuerdo que, a su importancia comercial -a precio de catálogo está valorado en más de 24.000 millones-, suma un mensaje de confianza en la aeronave con un valor tremendo ahora que la compañía pasa por momentos tan complicados.

El mercado respalda la apuesta de Airbus

Hasta el Paris Air Show, a 2019 le estaba costando arrancar. La feria francesa confirmó que los meses de siembra para Airbus iban a tener una buena cosecha. Con un producto que brilló por encima del resto como fue el A321XLR. La aeronave de pasillo único capacitada para recorrer distancias intercontinentales con un consumo de combustible súper eficiente se llevó la mayoría de los focos.

International Airlines Group (IAG) firmó 14 aviones además de otras 14 opciones adicionales de compra de este avión. Un acuerdo con un valor estimado a precio de catálogo de 1.800 millones de dólares que estará destinado a completar las flotas de Iberia y Aer Lingus.

En total, la nueva versión del avión de Airbus se hizo con 243 compromisos de adquisición. Concretamente, 152 fueron pedidos nuevos y multitud de aerolíneas optaron por actualizar acuerdos pendientes de otros modelos por el A321XLR. Al pedido de IAG se sumaron Qantas, Cebu Pacific, American Airlines o JetBlue, entre otras.

Además de la nueva versión del A321, Airbus también recibió buenas noticias por parte de su avión estrella: el A320neo. La aeronave recibió importantes pedidos por parte de compañías como Arabian Airlines o Air Asia. Unas apuesta que colocan al avión dedicado al corto radio de Airbus como el modelo más exitoso de la nueva generación de aviones.

Hay vida más allá del 737 MAX

Pese a que la noticia de la carta de intenciones de IAG para hacerse con 200 unidades del 737 MAX acaparó gran parte de los titulares de la feria, Boeing consiguió más razones durante la pasada semana para mirar al futuro con optimismo. Así, los modelos 777 y 787, ambos destinados al largo radio, consiguieron importantes compromisos de compra durante la feria francesa. 

China Airlines anunció su intención de hacerse con seis modelos 777 de versión de cargo. Un pedido que, a precio de catálogo, está valorado en 2.100 millones de dólares. Por su parte, Turkmenistan Airlines realizó un pedido de la versión 777-200LR valorado en más de 300 millones.

En lo que tiene que ver con el 787, las noticias también fueron positivas. Air Lease Corp firmó un compromiso para hacerse con cinco modelos de esta familia, con un valor de unos 1.500 millones de dólares. Por su parte, Korean Air firmó una veintena de aviones 787, un contrato valorado en más de 6.000 millones.

Así las cosas, tanto Airbus como Boeing cumplieron sus objetivos para la feria aeronáutica más importante del año. La europea consolidó su estrategia y pudo, por fin, pisar el acelerador comercial en 2019. La americana recibió el indulto comercial al 737 MAX y, además, confirmó la buena salud de las familias 787 y 777. El mercado sigue teniendo apetito de aviones. Y mucho.