Iberdrola, a través de su nueva marca de distribución eléctrica i-DE, invertirá 600 millones de euros en los próximos diez años con el objetivo de contribuir a que los principales municipios del país evolucionen en su transición hacia una ciudad inteligente, informó la compañía.
En concreto, las inversiones en este proyecto irán destinadas, principalmente, a un mayor desarrollo de la red de distribución eléctrica, así como a aumentar la inteligencia de la red de distribución, potenciando la digitalización.
La compañía colabora con municipios en cuatro áreas estratégicas para una ciudad inteligente: movilidad eléctrica, infraestructuras de redes, eficiencia en el uso de la energía y sensibilización ciudadana. Además, prevé extender el proyecto a más de 40 municipios españoles durante 2019, incluyendo capitales de provincia y ciudades de más de 100.000 habitantes, en las regiones en las que opera como distribuidora.
“Las redes inteligentes se han convertido en una de las claves del proceso de descarbonización de nuestra economía y de la transición energética, favoreciendo la integración de la movilidad eléctrica y las renovables para un mix energético más limpio y descentralizado”, explica Juan Ríos, director de Planificación y Regulación de i-DE.
Además, ha integrado seis centros de control de la movilidad eléctrica en sus centros de control de distribución para monitorizar y evaluar el impacto del vehículo eléctrico en su red de distribución.
Los centros proporcionarán información dinámica sobre puntos de recarga: ubicaciones según zonas, distribución de consumos por provincias, curva de carga horaria de puntos de recarga y emisiones de CO2 evitadas. Asimismo, se podrá realizar seguimiento de la evolución de puntos de recarga y de la potencia solicitada.
En un futuro próximo, además del análisis del estado de los puntos de recarga conectados a la red, la integración de herramientas de analítica de datos permitirá elaborar predicciones sobre el impacto del vehículo eléctrico.