Si antes se decía que una ardilla podía cruzar España yendo de árbol en árbol, en el siglo XXI estamos cerca de poder cruzar Norteamérica sin bajarnos de una infraestructura de ACS. Hoy se celebrará en Montreal la ceremonia de apertura del nuevo Puente de Champlain. Una infraestructura que ha sido construida por por el grupo presidido por Florentino Pérez y que va a ser clave para la región ya que mejorará la ruta comercial entre Estados Unidos y Canadá.
La obra, un puente de 3,4 km sobre el río St. Lawrence, se ha construido en menos de cuatro años. Cuenta con 74.000 toneladas de acero, 93.000 metros cúbicos de hormigón y 25.000 toneladas de asfalto lo que lo han configurado como uno de los proyectos de construcción de infraestructuras de transporte más importantes de Norteamérica.
La longitud del atirantado es de 364 metros mientras que la longitud total del puente es de 529 metros sin contar los viaductos de acceso. En el tablero irá, además de los carriles para automóviles, una línea de tren urbano que también está construyendo ACS como parte de otro proyecto y también se ha ejecutado toda la infraestructura de aproximación más la reconfiguración de los tramos de autopista adyacentes.
Ruta comercial clave
El Puente de Champlain soporta uno de los mayores niveles de tráfico de Canadá, ya que supera los 60 millones de vehículos al año y constituye uno de los accesos principales a la Isla de Montreal por su lado Este.
Su ubicación constituye un punto estratégico vital ya que es una de las principales rutas de intercambio comercial entre Estados Unidos y Canadá. El consorcio en el que participa ACS (Iridium, Hochtief PPP Solutions, Dragados y Flatiron) será el encargado de operar la carretera durante 30 años.
Además, es el primer puente en Canadá galardonado con el premio platino a la infraestructura sostenible, concedido por el “Institute of Sustainable Infraestructure”.