Huawei ya no pertenece a la lista negra de Trump. En términos prácticos, a partir de ahora los usuarios del gigante chino podrán actualizar el sistema operativo Android y podrán tener acceso a sus aplicaciones propias, esto supone una gran noticia para el segundo fabricante de móviles del mundo y el primero en el mercado español.
No obstante, los dueños de un dispositivo Huawei seguían teniendo acceso a la Play Store y podían descargarse todas las aplicaciones de desarrollo libre. El levantamiento del veto al gigante chino por parte de la Casa Blanca se ha llevado a cabo en el G-20 celebrado estos días en Osaka (Japón).
Allí, Trump hizo este anuncio al referirse a lo convenido en la reunión que poco antes tuvo con el presidente chino, Xi Jinping, con el fin de avanzar para contener la guerra comercial que enfrenta a ambos países desde el año pasado. "Hemos acordado que las empresas estadounidenses puedan vender productos a Huawei", ha agregado Trump.
El pasado mes de mayo, Google anuncia por sorpresa que suspende todos sus negocios con el fabricante chino de teléfonos móviles Huawei. Esta decisión se produjo tras las acusaciones de espionaje de Estados Unidos sobre la marca china y estaba enmarcada en idea de la administración Trump de que todas las empresas tecnológicas y gobiernos en el mundo dejasen de trabajar con Huawei.
Esto generó un nuevo y desconocido escenario que llevaba a un verdadero terremoto en el sector tecnológico mundial de proporciones hasta ahora desconocidas, ya que Huawei es el segundo fabricante mundial con más de 200 millones de unidades vendidas en 2018 y el primero en España. De hecho, el objetivo de los directivos de la empresa china era hacerse con el primer lugar durante 2019.
26.000 millones de impacto
La compañía china valoró en unos 26.000 millones de dólares el impacto del veto comercial en sus resultados, lo que supone un 20% menos de la facturación de una empresa que ingresa más de 110.000 millones. El veto redujo la venta de sus teléfonos hasta en un 30% los últimos días de mayo y obligó al fabricante a suspender el lanzamiento de productos emblemáticos.
No obstante, en las últimas tres semanas la oleada de suspensiones había cesado y la operadora -que lleva trabajando desde hace meses en la certificación de sus productos y en convencer a EEUU de que son seguros- ya había empezado a enviar mensajes de que todo volvía a la normalidad.