La industria aeronáutica vive un momento de cambio de ciclo en el que muchos de sus pilares están en medio de una profunda redefinición. La sostenibilidad, la eficiencia o los nuevos modos de transporte urbanos están tomando cada vez más relevancia. Un cambio desde las posiciones anteriores para el que las empresas están teniendo que activar capacidades de innovación distintas a sus modelos tradicionales.
El primer Foro de debate organizado por EL ESPAÑOL y Airbus: Progreso e Innovación en la Industria Aeroespacial sirvió para dejar patente la profundidad de los cambios que va a acometer esta industria. El evento contó con la participación de Silvia Lazcano, coordinadora de las actividades del CTO de Airbus en España; Isabel del Pozo, Urban Air Mobility Head of Airspace Management UTM de Airbus; Pedro Luzón, Airbus BizLab Madrid Campus Leader y Mario Inglés de la start-up OBUU. Cuatro profesionales que desde sus distintos perfiles repasaron las claves que van a marcar el presente y el futuro de una de las industrias que cada vez impacta más en el día a día de las personas.
La encargada de romper el hielo fue Silvia Lazcano Ureña. Sus 30 años formando parte de Airbus, así como su experiencia previa en el mundo de la investigación pública, le permiten tener un punto de vista privilegiado de los cambios que está sufriendo esta industria.
Una evolución en la que está teniendo mucho que ver la filosofía de innovación de Airbus. Esta estrategia está muy pegada al negocio de la compañía lo que permite convertir la investigación en innovación. “Nos apoyamos en distintos centros y campus internos, así como en centros de prototipo que nos ayudan a impulsar la innovación desde dentro de la empresa. Del mismo modo, contamos con formas de trabajo que persiguen incentivar que todo empleado de Airbus ponga encima de la mesa sus propias ideas”.
Además de la importancia de las iniciativas internas de la empresa, la coordinadora de las actividades del CTO de Airbus en España señala a la industria auxiliar y los organismos de investigación como un pilar básico en la estrategia de innovación de la compañía europea. “Para nosotros es clave colaborar. Pese a que somos una empresa global, necesitamos a los ecosistemas locales, tanto en las cuatro naciones de Airbus como en otros territorios. En este punto son muy importantes los marcos de estrategias nacionales que permiten que estas colaboraciones sean firmes y sostenibles. Por ejemplo, si lo comparamos con el desarrollo de programas anteriores, en España, hemos triplicado nuestra contribución en el A350. Estamos en un momento en el que contar con este apoyo nos permitiría mantener y aumentar nuestro crecimiento en el futuro”.
Si un cambio parece destinado a marcar el futuro de Airbus es su apuesta por la movilidad aérea urbana. Un campo muy bien conocido por Isabel del Pozo, en el que la compañía está analizando toda la cadena de valor para detectar los puntos donde pueda impactar de forma más efectiva para generar nuevos servicios a los usuarios que mejoren la movilidad de las ciudades.
“La apuesta por la ciudad es un paso natural. Ahora que ya se ha democratizado para la gran mayoría de los ciudadanos el acceso a la aviación comercial, se ha normalizado el sueño que siempre ha tenido el ser humano por volar. Cuando vemos películas como Blade Runner tenemos esa imagen de que volaremos en las ciudades igual que hoy cogemos una bici o un coche. A medida que más millones de personas optamos por vivir en ciudades, mayor es la congestión del transporte en superficie. Es ahí donde el aire se presenta como una solución que, gracias a la evolución de muchas tecnologías como la aviónica o los sistemas de control aéreo, se puede afrontar como solución de movilidad urbana” señala la Urban Air Mobility Head of Airspace Management UTM de Airbus.
Al igual que en el caso de Silvia Lazcano, Isabel del Pozo cree que la colaboración con los estamentos públicos va a ser clave en la evolución de los servicios urbanos. “Estamos convencidos de que la democratización del transporte aéreo va a llegar a las ciudades. Algo para lo que van a jugar un papel fundamental los ayuntamientos y los municipios. Hemos creado una red de ciudades con la Unión Europea donde vamos a probar algunas soluciones. Comenzaremos con drones transportando sangre para transfusiones o adrenalina para demostrar que hay un gran beneficio en la utilización de este tipo de vehículos. El siguiente paso será la evolución de servicios como los helicópteros. Percibimos una gran aceptación por parte de las nuevas generaciones de estas propuestas ya que no tienen ningún reparo en utilizar vehículos autónomos”.
Por su parte, Pedro Luzón, antes de gestionar el campus madrileño de la aceleradora de Airbus también conoció las entrañas de la compañía durante 14 años. Su paso por distintas áreas de negocio le dio la experiencia necesaria para encabezar el cuarto campus de este tipo de Airbus tras los de Toulouse, Hamburgo y Bangalore.
“El mundo está cambiando muy rápidamente. Estamos asistiendo a una democratización de la tecnología. Cada vez es más fácil tener acceso a ciertas fuentes de financiación. Del mismo modo, la crisis económica ha hecho que gente con una formación excelente se lance a emprender. Unos perfiles muy válidos para nosotros ya que son capaces detectar problemas que tienen empresas como Airbus y, a la vez, son capaces de presentar soluciones para estos problemas. Para una start-up es muy complicado ser capaz de entrar en contacto con la persona adecuada en una organización como Airbus para aportar este valor. Es aquí donde desde Bizlab ayudamos tanto a start-ups como a empleados de la compañía a validar sus ideas y a poner en marcha sus negocios”, señala el responsable del campus madrileño de Bizlab.
Una iniciativa que comenzó en 2015 en Toulouse con el objetivo de explorar vías de negocio nuevas para Airbus. “Vimos que cada vez había más gente haciendo sus propios proyectos y que tendría mucho valor acercarlas a Airbus. Nuestro programa dura seis meses. Escuchamos mucho al negocio para detectar las empresas que más valor pueden aportar a Airbus. Es importante destacar que no tomamos participación en las compañías. Creamos programas de trabajo y proyectos valorados en 50.000 euros con los que trabajamos con las empresas para que puedan demostrar sus capacidades tecnológicas y su modelo de negocio” indica Luzón.
Si para una compañía como Airbus es importante la innovación, qué decir de una start-up. Mario Inglés fue el encargado de acercar el punto de vista de cómo una compañía de nueva creación puede tener capacidad de disrupción colaborando con un gigante como Airbus. “Hasta que nos acercamos al Bizlab de Airbus teníamos sólo una idea. Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que nuestro proyecto tenía viabilidad”.
El socio de OBUU relata cómo fueron los inicios de su empresa. “En lugar de en un garaje, comenzamos en un bar. Después del trabajo, le dábamos vueltas a la idea de cómo optimizar el stock en la industria aeronáutica. Cuando estábamos en esa fase aplicamos para entrar en Bizlab y nos fuimos a Toulouse a presentar la idea. Fuimos una de las cuatro start-ups seleccionadas. A partir de este momento nos tendieron la mano para ponernos en contacto con diferentes departamentos de la compañía. Al terminar el proceso de aceleración, fuimos los primeros en trabajar para Airbus. Conseguimos expandirnos a otras industrias como la ferroviaria o la energética ayudando a nuestros clientes a ahorrar mucho dinero mejorando sus operaciones”.
Éxito del paneuropeísmo industrial
Al reto de innovar, en el caso de Airbus hay que sumarle la complejidad de hacerlo desde su posición de empresa con presencia en multitud de territorios. Para Silvia Lazcano el éxito de la compañía europea está en la capacidad que ha tenido la empresa de favorecer que diferentes territorios trabajen juntos. “Airbus tiene planes transnacionales con objetivos únicos y comunes. La decisión de donde se hace algo depende mucho de las capacidades que hay en cada territorio, de su infraestructura, del ecosistema y de la financiación nacional. Con estos ingredientes, Airbus puede hacer estrategias a largo plazo que nos permiten llegar a los objetivos tecnológicos que nos marcamos”.
Parece que en la nueva etapa de Airbus, la empresa ha renovado este año la primera línea de su dirección ejecutiva, las ciudades se han convertido en un punto central de su estrategia. “Los nuevos proyectos urbanos tienen un efecto llamada para el talento muy grande. Al igual que pasó antes con el A380, los retos que tienen que ver con volar ilusionan y motivan mucho. Ahora todo lo que tiene que ver con la movilidad aérea urbana tiene mucho apoyo de lo público. Es un reto enorme a nivel tecnológico no sólo en lo que tiene que ver con los vehículos, también en la electrificación, la automatización, toda la gestión del tráfico aéreo, la infraestructura para integrarlos en las ciudades, la regulación… Nadie quiere perderse la oportunidad de trabajar en estos nuevos proyectos” concluye Isabel del Pozo.
Y si hablamos de talento, las aceleradoras como Bizlab se presentan como unos puntos de contacto muy eficientes para atraer a perfiles y capacidades de sectores distintos a los que tradicionalmente trabajan con Airbus. “Nosotros hacemos una convocatoria anual, que ahora mismo está abierta hasta el 14 de julio. Buscamos start-ups que tengan entre uno y tres años de vida. Pensamos que, en ese momento, podemos aportarles mucho. Para identificar qué interesa dentro de Airbus escuchamos mucho a la parte de negocio. Del mismo modo, miramos a las tendencias y las acercamos al negocio. Por la aceleradora cada semana pasan dos o tres grupos de empleados de Airbus de cualquier parte del mundo. En este tipo de actividades, además de contarles lo que hacemos, aprovechamos para saber qué les interesa. Con esta fórmula conseguimos estar muy alineados a las tendencias y a las necesidades de la empresa”, señala Luzón.
Mario Inglés describe su experiencia de participación en este programa como el paso entre la idea y la empresa. “Pasamos de tener escritos una serie de algoritmos a poder validar en entornos industriales nuestras propuestas. Cuando esto pasó, además, conseguimos una certificación por parte de Airbus, que para una empresa que está comenzando tiene un valor tremendo. Trabajamos con una de las compañías más punteras del mundo lo que hace que, a la hora de captar clientes, todo sea mucho más fácil. No nos cuestionan técnicamente”.
La guerra del talento
Algo que, en ocasiones se olvida, es que detrás de todas estas innovaciones y evoluciones de modelos de negocio hay unos profesionales que son los que están siendo los responsables de crear estos cambios. Unos perfiles profesionales que actualmente están muy demandados y que, para captarlos, empresas como Airbus tienen que competir con multitud de compañías de otros sectores. “Somos completamente conscientes de esta gran competición que existe por captar talento y estamos poniendo todo lo que está en nuestra mano para ser una empresa más atractiva” señala Silvia Lazcano.
La coordinadora de las actividades del CTO de Airbus en España destaca que “somos conscientes de que los nuevos perfiles profesionales no soportan trabajar en empresas con mucha burocracia. Nosotros estamos intentando eliminar todo lo posible estas barreras. De todas formas, la industria aeronáutica tiene los tiempos que tiene. Aun así creemos que sigue siendo muy atractiva para los perfiles más potentes. A nivel social, los retos que tenemos por delante en materia de sostenibilidad y reducción de emisiones son muy atractivos también para estos perfiles”.
Un punto en el que Isabel del Pozo destaca que el reciente cambio de liderazgo en Airbus también está influyendo. “Los milenials también eligen las empresas donde van a trabajar por la proyección del mundo que hacen. Trabajar en conceptos como la sostenibilidad o la reducción de emisiones son valores que están al mismo nivel que el sueldo muchas veces. Nosotros ahora estamos totalmente alineados con la electrificación y la reducción de la huella que deja nuestra actividad y eso también es un plus a la hora de captar talento”.
Para Pedro Luzón, en este momento, es clave la velocidad y la simplicidad. “Todos queremos tener acceso a lo que estamos buscando en dos clicks. El usuario quiere experiencias sin interrupciones. Que el intercambio entre coger un metro y cambiarse a un autobús no suponga ningún tipo de fricción. Mucha de la eficiencia que hemos conseguido en los servicios digitales la estamos trasladando a la movilidad”.
Una serie de experiencias que están totalmente integradas en los servicios a los que tenemos acceso los consumidores en nuestro día a día. Del mismo modo, esta tendencia está llegando a otros negocios como el mantenimiento. En este sentido Mario Inglés señala que su empresa tiene que ser más ágil hasta en los modelos de negocio. “Estamos en un mundo cambiante y hay que adaptarse. En el sector de la logística cada vez hay ideas que van más en este sentido. Estas tendencias ya han llegado al mundo de la logística para quedarse”.
Como profesionales de la innovación, las visiones de cómo va a ser el mundo en las próximas décadas son claves para guiar las estrategias de su actividad. El cierre del Foro Progreso e Innovación en la Industria Aeroespacial tuvo como protagonistas a las distintas predicciones de cómo será esta industria dentro de un par de décadas. Para Silvia Lazcano en dos décadas estaremos centrados en el avión eléctrico. “Una aeronave que no emitirá ni CO2 ni óxido de nitrógeno y que no tendrá impacto en ruido”. Por su parte, Isabel del Pozo predice un futuro en el que los usuarios podrán pedir vehículos voladores desde su móvil. “Me veo yendo del centro de la ciudad al aeropuerto con mis hijas en un vehículo autónomo y eléctrico”, describe.
En la visión de Pedro Luzón, las start-ups habrán cambiado sus lazos con las grandes compañías: “Tendrán una relación simple, sencilla, clara y agradable con ellas”. Por último, Mario Inglés cree que vamos camino de un mundo mucho más automatizado. “Todas las cosas que hoy aún se hacen a mano cambiarán a servicios digitales y a servicios en la nube, lo que permitirá que cualquier compañía que trabaje con grandes cantidades de stock pueda utilizar las licencias de OBUU”.
En definitiva, cuatro visiones que marcan el presente y el futuro de la industria aeronáutica. Un negocio que en 20 años tiene previsto evolucionar hasta parecerse muy poco al actual.