Cada día las infraestructuras se enfrentan a multitud de enemigos: el calor, el frío, la lluvia, los desprendimientos, los accidentes y, sobre todo, el mero uso van desgastando su estado. El principal problema que genera su mantenimiento es que debe de realizarse causando el menor impacto posible a su explotación.
En este punto hay que distinguir los trabajos de mantenimiento regulares con los extraordinarios. Los primeros están previstos desde la misma conceptualización de la obra. El mantenimiento de un puente o de una turbina es tan importante para que cumpla su función adecuadamente durante el tiempo que debe operar que, desde el momento en el que se comienza a diseñar, ya se tiene en cuenta qué tareas y recursos serán necesarios.
Pero no todo es predecible. El propio uso o la meteorología pueden provocar que haya que realizar tareas de mantenimiento de urgencia en las infraestructuras. Algo para lo que también existen protocolos pero en los que el grado de incertidumbre es mucho más importante que las tareas regulares.
En ambos casos, una de las grandes evoluciones que han conseguido las empresas de construcción y servicios durante los últimos años ha sido mejorar la eficiencia de estos trabajos. Tradicionalmente, el mantenimiento de infraestructuras ha necesitado de uso intensivo de mano de obra, y por tanto del pago de extras debido a que muchas tareas se realizan por la noche o en verano.
Durante la última década, distintas evoluciones tecnológicas han permitido hacer mucho más eficientes estas tareas. En concreto hay dos conceptos que están revolucionando el presente y el futuro del mantenimiento de infraestrucuturas: los drones y la inteligencia artificial.
Llegar donde nadie llegaba de forma segura
Tanto en puentes como en centrales eléctricas o molinos de viento, las tareas de mantenimiento pueden engendrar un componente de riesgo elevado. El mero hecho de realizar un chequeo visual de la parte inferior de un puente o de un cable de alta tensión ha provocado multitud de incidentes.
Con el paso del tiempo las medidas de seguridad para el personal de mantenimiento han crecido mucho. No sólo por la parte de la equipación con cascos o arneses sino por la propia mejora de la formación o procesos la siniestralidad ha descendido de forma muy importante durante las últimas décadas.
En este proceso, la tecnología ha aportado una capa más con los drones como herramientas más efectivas. Tanto en los trabajos rutinarios como ante imprevistos, esta tecnología está permitiendo realizar tareas sin necesidad de desplazar a personas al lugar del trabajo.
Además, las cámaras de infrarojos o térmicas están potenciando las capacidades que antes tenían los operarios encargados de realizar estos trabajos. Gracias a los sensores y a las lentes de última generación se pueden realizar tareas en medio de la noche que antes había que hacer a la luz del día. Del mismo modo, estos aparatos son capaces de realizar lecturas mucho más precisas que antes de usar esta tecnología.
Una aplicación en la que Ferrovial ya tiene mucha experiencia. La empresa cuenta con una flota de drones diferentes países, desde España o Reino Unido, pasando por Australia hasta los Estados Unidos.
Debido a la diversidad de negocios que gestiona Ferrovial, existen múltiples aplicaciones en el área de Infraestructuras. El área de construcción utiliza drones desde 2013 que son utilizados para seguimiento y control de obra.
La principal aplicación de estos vehículos en obra, es la fotogrametría, que permite realizar mediciones a través de las fotografías capturadas por el RPA a un coste muy reducido si se compara con el método tradicional con helicóptero. De esta forma la empresa consigue un mayor control del proyecto.
Por su parte, dentro de las carreteras las aplicaciones son múltiples: desde operaciones de vigilancia e inspección, seguridad, mantenimiento e incluso control de equipos. Desde la compañía señalan que el uso de drones también ha sido un antes y un después a la hora de mejorar la gestión de diferentes servicios como: el mantenimiento del alumbrado público, la conservación de carreteras, la inspección de infraestructuras o la gestión de edificios. El uso de estos dispositivos está permitiendo a Ferrovial reducir los tiempos de actuación de una forma rápida y segura, además de aumentar la eficiencia y la automatización en las operaciones.
Siguiente etapa: Inteligencia Artifcial y autonomía
Si el impacto de los drones ya es una realidad, estamos acercándonos a una nueva etapa en la que comenzaremos a notar el impacto de otras tecnologías. Es el caso de la inteligencia artificial y de su aplicación en la predictibilidad y en la autonomía de vehículos.
Una de las principales ventajas que la tecnología va a poder traer al mundo de las infraestructuras es mejorar las estrategias de predicción. La recolección intensiva de datos junto con la inteligencia artificial va a permitir que las compañías que gestionan infraestructuras puedan adelantarse a eventos antes impredecibles.
Esta tecnología va a poder ayudar a tomar decisiones antes de que sucedan los problemas. Ya sea por cuestiones relacionadas con las temperaturas, el viento y otros fenómenos meteorológicos, la aplicación de inteligencia artificial permitirá, por ejemplo, optimizar la renovación del firme de una carretera o adelantarse a una avería. Algo que permitirá unas mejoras y ahorros enormes.
En lo que tiene que ver con la autonomía de vehículos, en el caso de tareas de limpieza o incluso de revisión como las que actualmente se realizan con drones, esta evolución tecnológica va a favorecer que las personas se centren en las tareas donde realmente aportan valor. Del mismo modo, automatizar este tipo de procesos permitirá que la eficiencia en el uso de materiales de limpieza o combustible se exprima al máximo.
En este proceso la llegada del 5G va a ser crucial. Esta tecnología permitirá aplicar todo este tipo de mejoras. Tanto la capacidad de computación instantánea como la posibilidad de que cientos de dispositivos se comuniquen entre ellos sin necesidad de que participe un ser humano llevará a una nueva era este tipo de trabajos. Una en la que las empresas de construcción e infraestructuras que tomen la delantera con estas técnicas tendrán mucho ganado.