Meliá Hotels International abonará este martes, 9 de julio, un dividendo bruto de 0,1830 euros por acción con cargo al ejercicio de 2018, lo que supone elevar un 8,8% la retribución al accionista con respecto al año anterior, y al que destinará más de 42 millones de euros.

La hotelera de la familia Escarrer obtuvo un beneficio neto atribuido de 140,1 millones de euros en 2018, un aumento del 13%, y sus ingresos alcanzaron los 1.831,3 millones de euros, un 1,5% menos por la menor ocupación en América, imputable al cierre por reforma de dos hoteles y a problemas puntuales en algunos destinos de México. En España logró un aumento del 10,4% del RevPar.

Para este ejercicio, la cadena hotelera espera un contexto económico de crecimiento más moderado que la economía global estimada en el 3,1% donde el sector turístico, que se mueve en un entorno cada vez más "volátil, incierto y complejo", se enfrenta a retos como la problemática de Cuba, el 'Brexit' en el Reino Unido y la inflexión del turismo vacacional en España.

"En España el sector afrontará un nuevo ciclo de crecimiento moderado que Exceltur estima en el 1,6%, frente al 2% registrado en 2018 y que debemos interpretar como una fase de normalidad de crecimiento tras la inflación artificial de demanda experimentada en los últimos cuatro años derivada de la inestabilidad al norte de África", dijo su consejero delegado, Gabriel Escarrer, durante la junta de accionistas de la cadena, que también preside el 'lobby' turístico español.