El primer semestre de 2019 no pasará a la historia como uno de los más fructíferos para la industria aeronáutica. Pese a que Airbus tiene más razones que Boeing para celebrar, los seis primeros meses de este año están siendo complicados para ambas compañías.
Un periodo de tiempo que se ha visto profundamente marcado por los accidentes mortales sufridos por el 737 MAX de la estadounidense y por la incertidumbre que sufre el sector de las líneas aéreas.
Airbus ha superado a Boeing ampliamente tanto en aviones entregados como en pedidos recibidos. En concreto, la europea ha entregado 389 aviones durante los primeros seis meses del año frente a los 239 de la estadounidense. Esta cifra supone una mejora del 28% respecto al mismo periodo del 2018 para Airbus. En lo que respecta a la compañía estadounidense, sus 239 entregas representan una caída del 37% respecto al año anterior.
Donde el sector ve una luz de alarma es en lo que tiene que ver con los pedidos. Airbus ha cerrado 88 compromisos de compra en firme mientras que Boeing cuenta con una cartera negativa de 119 pedidos. La compañía europea ha visto como a los 213 pedidos recibidos en los seis primeros meses del año les acompañaban 125 cancelaciones.
En terreno estadounidense, la crisis del 737 MAX se ha traducido en lo que va de año en 180 cancelaciones de pedidos de esta familia por parte de sus clientes. El resto de familias de aviones de Boeing suman 61 pedidos.
Cifras lejos de lo habitual
Al margen de la excepcionalidad del 737 MAX, las cifras de pedidos de ambas empresas en lo que va de año están muy lejos de sus registros habituales. En el caso de Airbus, los pedidos netos de aviones comerciales ascendieron a 206 unidades, más del doble que las 88 conseguidas durante el mismo periodo de 2019.
En el caso de Boeing, la comparación con 2018 en lo que tiene que ver a los compromisos de compra aún es más negativa. La compañía consiguió 460 pedidos netos en los seis primeros meses del año frente a los 119 pedidos negativos conseguidos en la primera mitad del ejercicio actual.
Desde el sector apuntan a que la razón de esta falta de apetito en el mercado tiene que ver con el gran nivel de incertidumbre que viven las aerolíneas en estos momentos. Las tensiones comerciales, la posibilidad de que los gobiernos impongan nuevas tasas a los vuelos comerciales y las dudas sobre el futuro del 737 MAX tienen paralizado al mercado.
Una situación que se espera que cambie en la segunda mitad del año. Las previsiones siguen apuntando a que el tráfico aéreo va aumentar a buen ritmo durante los próximos años. Esta situación debería traducirse en compras de aviones tanto para renovar como para ampliar las flotas de las principales aerolíneas mundiales.
En este sentido, Airbus proyectó que durante 2019 pretendía entregar entre 880 y 890 unidades de aviones. Un objetivo para el que la europea deberá pisar el acelerador en la segunda mitad del año. Deberá de entregar, al menos, 491 aeronaves. Un reto viable, en los segundos semestres siempre se entregan más aviones que en los primeros, pero para el que la europea va a tener que poner toda la carne en el asador.