El economista jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Rolf Strauch, ha afirmado este miércoles que el rescate bancario español fue un "éxito", ya que ayudó a España a salir de la crisis y a sanear el sistema financiero, si bien ha advertido de que la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) presentó unas pérdidas más consistentes de lo esperado en un primer momento, lo que puede crear un "problema" con los pasivos del Estado.
Así lo ha señalado durante su intervención en una conferencia sobre 'El papel del MEDE en la zona euro', en el que ha calificado de "éxito" el programa de reestructuración del sistema financiero español solicitado por el Gobierno a mediados del año 2012 y que conllevó una ayuda financiera de alrededor de 41.000 millones de euros.
Strauch ha recordado que tal y como se había estructurado el programa de reestructuración la dotación podría haber alcanzado los 100.000 millones de euros, si bien al final se desembolsaron solo unos 41.000 millones de euros para recapitalizar los bancos y la financiación de la Sareb.
Con una duración de 18 meses, Strauch ha explicado que el programa se diferenció de los puestos en marcha en otros países, ya que fue más breve y se basaba en la revisión de la calidad a través de los test de estrés y en la cooperación con el FMI.
Los objetivos del programa eran restablecer el funcionamiento del sector bancario a través de varias vías, con el fin de que los bancos fuesen "más sólidos", redujesen sus deudas, mejorasen su gobernanza, las condiciones de financiación y la situación de liquidez.
Según Strauch, los efectos del programa empezaron a sentirse "inmediatamente", ya que mejoraron las condiciones de financiación, así como el capital bancario, al tiempo que se redujo "enormemente" la morosidad y se produjo una "revolución total" en las cajas de ahorro que pasaron de 45 a solo dos.
Según el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, el "éxito" de la experiencia española con el MEDE se refleja en la capacidad de España de realizar pagos anticipados del préstamos de 41.000 millones, ya que ha amortizado ya de forma anticipada más del 40%, quedando por devolver 23.700 millones y habiéndose logrado "ahorros" para el Tesoro.
Las pérdidas de Sareb
A pesar del "éxito" de la reestructuración del sistema financiero español, Strauch ha avisado de que hay elementos a abordar, como la situación de la Sareb, ya que sus pérdidas son "más consistentes de lo esperado en un primer momento y esto puede crear un problema con los pasivos del Estado". En el ejercicio 2018 registró unas pérdidas de 878 millones de euros, un 55% más que el año anterior.
A este respecto, el presidente del Fondo, Jaime Ponce, ha indicado que fue un instrumento "muy útil", pero ha dicho que la puesta en marcha de la Sareb "se hizo demasiado deprisa para valorar los activos, que se transfirieron muy deprisa y en un momento de mucha incertidumbre".
A la situación de la Sareb se suma, ha añadido Strauch, la desinversión de Bankia, de la que el Estado posee aún el 61% a través del FROB, la reforma de las cajas, y la mejora de la rentabilidad y la cobertura de capital de los bancos, puesto que aunque la situación del sistema bancario "ha mejorado", su posición es "débil" si se compara con la de otros Estados miembros.
El economista jefe del MEDE ha citado como lecciones aprendidas, transcurridos siete años del programa de asistencia financiera español, la necesidad de que el Gobierno tome "las riendas", la calidad del programa, el apoyo externo, el reparto de cargas y la evaluación independiente.
A nivel macroeconómico, ha valorado que con el recate bancario "la economía experimentó un giro de 180 grados" y ahora se ve que se puede lograr un gran crecimiento sin que se genere un saldo exterior tan importante", ha enfatizado el economista jefe del MEDE, quien ha valorado que España ha demostrado su "fuerza", ha ganado competitividad y el sector de exportaciones está yendo "muy bien".
En su opinión, aunque la reformas bancarias fueron "exitosas", el paquete general de reformas podía haber sido un "poquito más ambicioso" para abordar más reformas y resolver problemas que aún persisten. Entre estos, ha el elevado endeudamiento público y desequilibrios como el alto nivel de desempleo y una productividad "relativamente baja" que puede generar limitaciones al crecimiento a largo plazo.