Los taxistas han vuelto a la guerra de guerrillas contra las VTC en Madrid. En plena celebración del Mad Cool Festival, algunos miembros más radicales del sector del taxi se han dedicado a tirar abrojos por la carretera para pinchar las ruedas de los vehículos de Uber y Cabify.
Según explican fuentes del sector, el procedimiento es ponerse delante de los coches negros (las famosas cucarachas) y tirar varios de estos elementos al suelo para intentar que las ruedas revienten y, por tanto, se vean obligados a poner punto final al servicio.
Los abrojos, la herramienta empleada para ese boicot, son púas metálicas de cuatro o más puntas, de modo que al tirarlas al suelo una de ellas siempre quede apuntando hacia arriba, dejando que el resto hagan de base.
Es la protesta de los taxistas más agresivos contra la decisión del Mad Cool Festival de tener a Uber como transporte oficial, lo que le permite tener -entre otras cosas- una parada en la puerta para los vehículos VTC, algo con lo que no cuentan los taxistas que tienen la parada varios metros más allá de la entrada principal.
Un paso más en la guerra que buena parte de los taxistas madrileños tienen contra las VTC, y que se dejaba sentir también en las redes sociales. Eran muchos los usuarios que alertaban de que se estaban produciendo incidentes con el objetivo de dañar a los vehículos de alquiler con conductor, tal y como ha podido comprobar EL ESPAÑOL.
Desde Unauto han declinado hacer comentarios, aunque en el entorno del sector explican que las incidencias tendrán un elevado coste, dado que en muchos de los vehículos ha habido que cambiar varias ruedas.
Algunos conductores de VTC han grabado en vídeo el reguero de coches negros que iba dejando la actuación de los taxistas por la carretera de acceso al Mad Cool Festival. En él se puede comprobar cómo hay varios conductores a pie de calle esperando a que lleguen las grúas para rescatarlos.
No es la primera vez que se registran este tipo de incidentes en la capital. Tampoco en otras ciudades, de hecho en Sevilla la pasada semana un pasajero de una VTC acababa convulsionando después de que un taxista se dedicara a perseguir al vehículo por la ciudad.