Diez de las principales compañías de la industria láctea española han sido sancionadas con 80,6 millones de euros por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En concreto, el regulador les acusa de "coordinar estrategias comerciales en detrimento de los intereses de los ganaderos".
Según el regulador, las prácticas llevadas a cabo consistían en "intercambiar información a nivel nacional y regional sobre precios de compra de leche cruda de vaca, volúmenes de compra de ganaderos y excedentes de leche". El objetivo era consensuar y adoptar una estrategia conjunta para "controlar" el mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca.
No sólo eso, es que "en algunos momento se habrían materializado acuerdos concretos para coordinar los precios de compra de leche y para la cesión de ganaderos entre industriales". Entre los datos que intercambiaban estaban datos como los precios que ofrecían a los ganaderos por la compra de leche, o los que iban a ofertar en un futuro. El fraude se cometió entre 2000 y 2013.
Las empresas sancionadas son algunas de las más importantes del sector: Capsa (21,8 millones); Danone (20,2 millones); Lactalis Iberia (11,6 millones); Industrias Lácteas Granada (10,2 millones); Calidad Pascual, (8,5 millones) Nestlé España (6,8 millones); Schreiber Food España (929.644 euros); Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña (90.000 euros); Asociación de Empresas Lácteas Galicia (60.000 euros) y Central Lechera Galicia (53.310).
El regulador reconoce que también intervinieron en el fraude Industrias Lácteas Asturianas, Grupo Leche Rio, Feiraco Lácteos, Leche Celta, Forlactaria Operadores Lecheros y Central Lechera Asturiana. Sin embargo, la CNMC ha declarado prescrita la infracción.
Contra la sanción que se ha impuesto hoy no cabe recurso alguno en vía administrativa.