El grupo textil gallego Inditex, dueño de cadenas como Zara o Bershka, ha decidido afianzar su estrategia de transformación sostenible global, que culminará en 2025 y que abarcará áreas como el diseño, la fabricación, la logística, las tiendas o las materias primas. "Queremos convertir Inditex en una empresa plenamente sostenible en todos los aspectos", ha subrayado el presidente de la compañía, Pablo Isla, ante la Junta General de Accionistas celebrada este mediodía en la sede central del grupo en Arteixo.

La Junta ha aprobado la designación como consejero de Carlos Crespo, que posteriormente ha sido nombrado consejero delegado por el Consejo de Administración, que se amplía a once miembros..

El próximo año, todas las tiendas del grupo serán coeficientes, se eliminará por completo el uso de bolsas de plástico y habrá contenedores para la recogida de prendas usadas en todas las tiendas.

De cara a 2023, todos los residuos de las tiendas serán reciclados y se eliminará el 100 % de los plásticos de un solo uso a clientes; y en 2025 el 80 % de la energía en sus espacios procederá de fuentes renovables, y el 100 % del algodón, lino y poliéster que utilicen las marcas del grupo será orgánico, sostenible o reciclado

Además, se creará una Comisión de Sostenibilidad en el Consejo de Administración que velará por el seguimiento de esta estrategia, tanto medioambiental como de derechos laborales, con objetivos que Pablo Isla ha definido como "muy ambiciosos y muy relevantes".

Junto a la transformación sostenible, el presidente de Inditex ha citado como eje estratégico fundamental la digital, en la que han invertido 9.000 millones en los últimos seis años, y que se acompaña de la expansión de la plataforma de comercio electrónico para que todas las propuestas de moda de todas las marcas del grupo estén disponibles el próximo año.

Esta profundización en la integración de tiendas y online consolida el "sólido" modelo de Inditex, con un crecimiento del 56 % de las ventas en los últimos cinco años.

RESULTADOS

La junta de accionistas ha aprobado los resultados del ejercicio de 2018, en el que las ventas del grupo alcanzaron los 26.145 millones de euros, con un crecimiento del 27 %, y un beneficio de 3.444 millones de euros, así como una nueva política de dividendos. Estos resultados permiten una retribución a los accionistas de 0,88 euros por acción, un 17 % más respecto al ejercicio anterior y del 83 % en los últimos cinco años.

Además, la parte de beneficio que se destina a dividendo pasa del 50 al 60 % y se repartirá un euro por acción como dividendo extraordinario que se abonará con cargo a los ejercicios 2018, 2019 y 2020.

"La primera pioridad de la empresa es la inversión en la generación de crecimiento futuro" pero "al mismo tiempo somos capaces de combinar esta generación de crecimiento con una retribución a los accionistas atractiva, predecible y creciente en el tiempo", ha abundado el presidente.

 Asimismo, Inditex ha repartido entre sus integrantes, con cargo al ejercicio 2018, 619 millones de euros en primas y retribuciones variables, que se añaden a los salarios y alcanzan un total de 4.136 millones de euros en concepto de remuneración salarial.

El pasado mes de abril se abonaron 32 millones de euros correspondientes al segundo ciclo del plan 2017-2018 de participación en el crecimiento de los beneficios, entre aproximadamente 92.000 personas que, a 31 de marzo de este año, tenían una antigüedad de al menos dos años. En total, en los cuatro años de vigencia de estos planes se han distribuido 152 millones de euros.

La junta también ha ratificado un plan de incentivos a largo plazo, en efectivo y en acciones, propuesto para directivos y otros empleados, hasta un máximo de 600 trabajadores, que premiaría su desempeño en base a la evolución del beneficio bruto, las ventas comparables o índices de sostenibilidad, entre otros criterios.

Más de 174.000 personas integran el grupo gallego y son su "motor de transformación" en todo el mundo, que representan a 154 nacionalidades que hablan 73 idiomas y que comparten una "cultura de humildad, diversidad, creatividad, innovación y permanente inconformismo", ha destacado Isla en este sentido.

En cuanto a su contribución fiscal, Inditex superó en 2018 los 6.000 millones de euros, de ellos 1.692 en España.