Naturgy se ha anotado un beneficio de 592 millones de euros durante el primer semestre. Una cifra que la eléctrica que dirige Francisco Reynés ha obtenido frente a las pérdidas de 3.281 millones de euros que se anotó en el mismo periodo del ejercicio anterior, como resultado del deterioro de casi 4.900 millones de euros apuntado por el grupo por la depreciación que llevó a cabo de sus activos.
Durante el primer semestre, según ha informado la compañía a la CNMV, el Ebitda ordinario alcanzó los 2.277 millones de euros, un 8% más, sin tener en cuenta, entre otros factores, los costes de captura de 110 millones de euros asociados a la implementación del plan de eficiencias en los que se ha incurrido en este primer semestre. Después de estos efectos no ordinarios, apunta Naturgy, el Ebitda alcanzó los 2.150 millones de euros.
Cabe destacar que la compañía ha completado el primer año de operación desde que lanzó su nuevo Plan Estratégico 2018-22. Para Naturgy, los primeros seis meses de 2019 han estado marcados por el avance en la inversión en renovables y redes eléctricas, la buena evolución del negocio internacional, la implementación de su plan de eficiencias, la reorganización societaria y de gestión, y la venta de activos no estratégicos.
“Durante estos primeros doce meses del Plan Estratégico hemos sabido tomar medidas y reaccionar de forma ágil y decidida ante las incertidumbres y cambios que se han producido y se producen tanto a nivel económico como político y sectorial. El mundo está cambiando y nuestro negocio lo está haciendo aún a mayor velocidad, por lo que la transformación que estamos llevando a cabo en Naturgy es obligatoria y refuerza nuestra competitividad a nivel global”, explica el presidente ejecutivo de Naturgy.
Para Reynés, es importante destacar "el esfuerzo que seguimos haciendo para simplificar nuestra presencia geográfica y optimizar nuestro modelo de gestión". "Hemos diseñado una nueva política comercial de la compañía que ha permitido mejorar los márgenes y reducir el riesgo. Todo ello junto al plan de eficiencias y la simplificación de los procesos”, reseña.
Durante los primeros seis meses del ejercicio, las inversiones ascendieron a 700 millones de euros, destinadas principalmente a proyectos renovables, "siempre respetando los criterios de rentabilidad fijados en la política de inversión de Naturgy (Golden rules)", matiza la eléctrica.
Así, desde el inicio del Plan Estratégico 18-22, Naturgy ha invertido 2.000 millones de euros, un 70% en renovables y en redes eléctricas, en línea "con su ambición" por una mayor electrificación.
El grupo ha aprobado el pago de un dividendo de 0,294 euros por acción que se abonará el 31 de julio, correspondiente al primer pago de la remuneración al accionista de este ejercicio que ascenderá a un total de 1,37 euros por acción contra los resultados de 2019, lo que representa un incremento del 5% sobre 2018.
Los recortes de la CNMC
Desde que la CNMC anunciara el pasado 5 de julio su intención de recortar las retribuciones a las energéticas, algo que afecta de manera muy directa a las gasistas, Naturgy está trabajando "de forma prioritaria" en el proceso de alegaciones al regulador que termina el próximo 9 de agosto.
En sus resultados, la compañía ha explicado que busca proteger los intereses de todos los stakeholders de Nedgia, que cuenta entre sus accionistas de referencia con dos fondos de pensiones, uno alemán y otro canadiense (Allianz Capital Partners y Canada Pension Plan Investment Board). Tras el anuncio de la CNMC, Nedgia paralizó sus inversiones de forma temporal.
Naturgy tratará de asegurar que el nuevo marco regulatorio "continúe reconociendo un nivel razonable y predecible de la remuneración regulada en el largo plazo, tanto para las inversiones ya ejecutadas como para las futuras", ha insistido.
Resultados por áreas
Por unidades de negocio, Gas&Power registró un Ebitda ordinario de 695 millones de euros gracias a un buen comportamiento de la actividad de comercialización de gas, electricidad y la venta de servicios, así como de la generación internacional de electricidad. Por el contrario, la actividad de GNL y la generación de energía en Europa fueron afectadas negativamente por unas menores ventas y márgenes durante el periodo.
Por su parte, el negocio de Infraestructuras EMEA incrementó su Ebitda ordinario hasta los 970 millones de euros, como resultado de un buen comportamiento de todas sus actividades y el avance de las eficiencias.
El Ebitda de Infraestructuras Latinoamérica Zona Sur (Chile, Argentina y Brasil, principalmente) creció significativamente, con un Ebitda ordinario de 449 millones de euros, gracias a las eficiencias alcanzadas y a la actualización tarifaria. Todo ello, "a pesar de la devaluación de las divisas" en el periodo, que impactó negativamente con un total de 46 millones de euros.
En el caso de Infraestructuras Latinoamérica Zona Norte (México y Panamá) el Ebitda ordinario fue de 190 millones de euros gracias a una regulación positiva, una mayor demanda y la mejora de las eficiencias.