Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.133 millones de euros en el primer semestre de 2019, un 26,7% menos que en el mismo periodo del año anterior, por la ausencia de los extraordinarios de hace un año, en que registró una plusvalía de 344 millones por la venta de su participación en Naturgy.
Según ha informado este miércoles la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto ajustado, el que mide específicamente el comportamiento de los negocios, se situó en 1.115 millones de euros, un 1,5% menos, en un contexto de precios del crudo más bajos que el año anterior y márgenes deprimidos en el refino.
El consejo de administración de Repsol ha decidido, a la vista de la "firmeza de los resultados" y la capacidad de generación de caja, proponer a la próxima junta general de accionista la amortización de un 5% del capital social, lo que mejorará la rentabilidad para el inversor y que, a tenor de los datos de la cotización de la acción al cierre de ayer, supondrá en conjunto algo más de 1.000 millones de euros.
El mercado agradece esa iniciativa y premia al valor con una fuerte subida del 6%, la mayor desde junio de 2016, que ha permitido al valor superar los 14 euros por título.
AMORTIZACIÓN del 5%
Esta amortización se añadirá a las que ya está realizando Repsol para reducir el efecto dilutivo que tiene su dividendo flexible, que permite al accionista elegir si cobra la retribución en efectivo o en títulos de la compañía, lo que obliga a ampliar el capital.
Según ha comunicado Repsol a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la reducción de capital se hará por un importe equivalente al 5% del capital social de la compañía a fecha 31 de diciembre de 2018 y para ello Repsol podrá hacer uso de acciones propias que provengan de autocartera, que pueda adquirir por la liquidación de derivados sobre acciones propias y acciones que pueda comprar mediante un programa de recompra.
Repsol ya contemplaba en la actualización de su plan estratégico para el periodo 2018-2020 la posibilidad de destinar parte de los excedentes de generación de caja que se produjeran a la recompra y amortización de acciones.
En concreto, el plan señalaba que en un escenario más favorable al contemplado en el mismo, que fijaba el precio del barril de petróleo en 50 dólares, parte de la generación de caja se podría destinar a recompras adicionales de acciones a las que se hacen por el dividendo flexible y a la aceleración de proyectos.
Uno de esos proyectos que se ha acelerado es Bucksin, en el Golfo de México estadounidense, que se ha puesto en producción antes de lo previsto.