Telefónica sigue acelerando su transformación digital. En ese proceso el despliegue de redes de internet de alta velocidad juega un papel fundamental. Tal y como ha destacado su presidente, José María Álvarez Pallete, el objetivo es ofrecer una conectividad inteligente sobre “nuevas redes de alta disponibilidad y velocidad, seguras y avanzadas” en donde se integren elementos de inteligencia artificial.
Muestra de ese cambio que se está llevando a cabo, radica en el despliegue de red de fibra y alta velocidad que ha hecho la operadora. En estos momentos ostenta “la mayor red del mundo”, si no se incluyen a los operadores chinos. Esto se traduce en que, en estos momentos, sus redes alcanzan las 121 millones de unidades inmobiliarias. De ellas, casi la mitad (53 millones) son red propia. ¿El resto? Mediante acuerdos de compartición como los alcanzados en Alemania o en España, con Vodafone.
Estas alianzas permiten a la operadora “reducir el coste de inversión” que tienen que hacer. Según los últimos datos proporcionados tras el cierre del primer semestre de 2019, Telefónica ha invertido 182 millones de euros a la expansión de las redes de fibra y 4G.
Un pilar clave
Los accesos de fibra y cable minoristas conectados ascienden a 13,9 millones al cierre del primer semestre, lo que supone un aumento del 14% interanual. La ultra-red de banda ancha (UBB) supone el 65% de los accesos totales; en España los accesos mayoristas de fibra ascienden a 1,9 millones (61% en tasa interanual) incrementando el retorno de la inversión.
¿Por qué es tan importante esta apuesta por el despliegue de fibra? Básicamente porque es un “pilar clave”, según recoge en el informe semestral, para el Grupo de cara a generar nuevos ingresos y aumentar la eficiencia. De hecho, el 55% de los ingresos del segundo trimestre del año están asociados a la banda ancha.
Toda esta red ayudará a que la operadora pueda desplegar, llegado el momento, la cobertura 5G y también recoger ahorros derivados del desmantelamiento de las antiguas redes de cobre. Es decir, los ‘hilos’ por los que transcurría el teléfono de toda la vida. Por si fuera poco, la fibra se beneficia de una tasa de averías muy inferior al del cobre, en concreto un 50% en España y Brasil.
Hablamos de unas redes cuya vida útil supera los 30 años, y que evoluciona tecnológicamente. La compañía que lidera José María Álvarez-Pallete comenzará a finales de este año a desarrollar los primeros despliegues de la nueva generación (“XGS-PON”), que amplía su velocidad hasta 10 Gbps simétricos.
La operadora está inmersa en este despliegue a la espera de cómo transcurra el verano en términos de captación de nuevos abonados. Los ingresos en el primer semestre se han estancado, con una ligera caída del 0,8% en los 24.121 millones de euros que, en términos orgánicos (sin efecto divisa) suponen un crecimiento de casi el 4%. ¿Y por qué el verano? Pues porque espera poder ‘pescar’ entre los abonados que todavía están en Vodafone y que son seguidores del fútbol, ya que este curso la operadora roja no tendrá ningún partido.
Más fuerte con el fútbol
El consejero delegado, Ángel Vilá, expresaba este jueves en una conferencia con analistas que Telefónica “es más fuerte” con el escenario que se abre ahora en torno a los derechos del fútbol y en los que ha invertido cerca de 1.500 millones de euros.
Todo en un contexto en el que la operadora ha ganado en el primer semestre del año 1.787 millones de euros, lo que supone un aumento del 2,76% respecto al mismo período del año pasado. Destaca también la reducción de la deuda, que lleva nueve meses consecutivos de descensos, y que se sitúa ya en los 40.230 millones de euros. Una reducción de casi 10.000 millones desde la llegada a la presidencia de Álvarez Pallete.