El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, ha asegurado que el banco continúa abierto a cualquier proceso de consolidación que se presente siempre y cuando genere valor para el accionista.
Así lo ha indicado el banquero a preguntas de los analistas tras la presentación de los resultados correspondientes al primer semestre del año, periodo en el que la entidad obtuvo un beneficio neto de 73 millones de euros, un 14% menos respecto al mismo periodo del ejercicio precedente fundamentalmente por unas menores operaciones financieras y por el impacto negativo de otros resultados de explotación.
"Estamos abiertos a cualquier proceso de consolidación que pueda generar valor para nuestros accionistas", ha subrayado Menéndez, añadiendo que una fusión es una buena vía para generar ahorro de costes y sinergias "sustanciales".
En este sentido, ha recordado que las negociaciones con Unicaja, que se confirmaron en diciembre del año pasado, no llegaron a buen puerto debido a discrepancias con el precio, mientras que en lo que respecta a la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) esbozada por Abanca y que no se llegó a cristalizar, ha afirmado "no tener nada más que decir", asegurando que cualquier aproximación deberá producirse bajo las normas que estipula la regulación.
Los consejos de administración de Liberbank y Unicaja decidieron por unanimidad no continuar con el proceso de fusión el pasado mes de mayo al no poder alcanzar un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades.
La ecuación de canje en la posible fusión era una de las principales incógnitas de la operación, ya que determinaba la participación de control de cada entidad en el grupo resultante. Este asunto, que era clave, fue muy discutido durante las negociaciones, que finalmente se dieron por finalizadas, al no poder salvar este escollo.
De haberse materializado el acuerdo, el grupo resultante habría dado lugar a la sexta entidad por volumen de activos en España con 92.000 millones de euros, por detrás de Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia y Sabadell y por delante de Bankinter, Abanca, Kutxabank, e Ibercaja.
Durante el proceso de la 'due diligence' preceptivo en la fallida operación, irrumpió Abanca en las negociaciones al filtrarse que preparaba una OPA sobre Liberbank. Dichas informaciones forzaron al banco gallego a desvelar sus planes y a la CNMV a requerirle un breve plazo para formular una oferta formal. Debido a los tiempos, Abanca renunció a la OPA y las conversaciones entre Liberbank y Unicaja siguieron su curso.
El intento fallido de OPA por parte de Abanca posiblemente permitió a Liberbank ganar fuerza negociadora y no ceder peso. En suma, la ecuación de canje fue durante los poco menos de seis meses que duró las negociaciones una de las principales incógnitas y escollo final que dio al traste con la operación.