Natra tiene los días contados en la bolsa. A pesar de las iniciativas judiciales que algunos accionistas están promoviendo, las compras forzosas a las que los Bonomi han conseguido acceder para rematar su oferta pública de adquisición (opa) les aseguran el control absoluto sobre la chocolatera valenciana.

A diferencia de lo que ocurrió en el periodo voluntario de aceptación de la opa, que se extendió entre los días 14 de junio y 12 de julio, ahora no hay margen de elección. Los inversores que habían evitado la venta de sus acciones a los Bonomi no tienen ahora más remedio que aceptar su oferta y recibir un euro a cambio de cada uno de los títulos que aún venían conservando en sus carteras.

Esta transacción se ha fijado para el próximo jueves 22 de agosto, tal y como Investindustrial, el brazo inversor de los Bonomi informó el pasado viernes al cierre del mercado en el correspondiente hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por tanto, en virtud de los tiempos de transacción que se manejan en la bolsa española, la toma absoluta y definitiva del control de la chocolatera valenciana se ejecutará definitivamente el lunes 24 de agosto.

Entonces, siempre y cuando se proceda a la conversión de las obligaciones que eleven el peso de los Bonomi desde el 89,91% al 90,26% del capital, se procederá a la liquidación de estas adquisiciones forzosas y los todavía accionistas de la compañía recibirán el efectivo correspondiente.

Como era de esperar por las intenciones que Investindustrial había declarado, el plazo para la ejecución de las compras forzosas no se ha alargado. Apenas un mes y diez días desde el final del periodo voluntario de aceptación de su controvertida pero exitosa opa. La normativa vigente otorga un plazo de hasta tres meses para proceder a este movimiento al término de una oferta que logre una aceptación mínima del 90% del capital de una compañía cotizada. Una condición que, sin embargo, no se ha conseguido mediante las acciones ya en circulación, lo que también ha levantado los ánimos de los accionistas minoritarios contrarios a la operación.

SIN NECESIDAD DE PLAN B

Este grupo de accionistas minoritarios es el mismo que al final solo ha logrado aglutinar un 9,74% del capital de Natra. Eso sí, siempre que se consideren acciones en circulación y obligaciones convertibles en manos de los Bonomi. La CNMV dio su bendición en el folleto de la operación a que así fuera, de manera que se pudiera proceder a las compras forzosas incluso si el porcentaje de acciones que escapara de la cartera de Investindustrial fuese insuficiente para alcanzar el umbral del 90% antes del canje de los títulos de deuda.

Así ha sido finalmente y, virtual aunque no oficialmente incluso según los registros del supervisor, el capital que ha rechazado a los Bonomi ha resultado escaso para evitar el destino de la exclusión bursátil.

Este destino de la retirada es el mismo al que ya se ha enfrentado Telepizza, aunque en ese caso la retirada de la bolsa se produjo tras una orden sostenida de compra y la aprobación de la operación en una junta extraordinaria de accionistas. Este era el plan b de los Bonomi, que en virtud de las especificaciones de su folleto no van a necesitar utilizar. Un punto con el que los minoritarios no están nada de acuerdo, al señalar que esta debería ser la vía a seguir y no la de las compras forzosas.

No obstante los pequeños inversores han optado por no interponerse en este proceso y concentrar esfuerzos en luchar por el reconocimiento de un precio mayor del que en cualquier caso ofrecerían los Bonomi con el sello de "equitativo" otorgado por la CNMV.

El 13 de agosto será previsiblemente el último de negociación para Natra, que muy difícilmente rebasará el umbral del euro por acción ofrecido por Investindustrial

A la espera del punto final definitivo del próximo 22 de agosto, los inversores todavía podrían proceder a la venta de sus acciones en el Mercado Continuo, donde sin embargo es del todo improbable que con estas perspectivas las acciones de Natra puedan superar el euro por acción que ofrecen -ahora a la fuerza- los Bonomi.

Sin embargo, esta opción solo estará disponible hasta el martes 13 de agosto, fecha para la que Investindustrial ha pedido a la CNMV que suspenda la negociación en el parqué las acciones y obligaciones de la chocolatera valenciana. El objetivo es facilitar la identificación de sus titulares y el posterior proceso de compra forzosa, con lo que lo más probable es que el supervisor acceda a esta petición, pues es lo habitual en circunstancias de este tipo.

De tal modo, el día 13 de este mes sería el último en el que la chocolatera marcaría precio en el mercado a la espera de su definitiva exclusión de las bolsas de Madrid y Valencia, donde actualmente están admitidas a negociación. Desde que Investindustrial lanzó su opa, originalmente a 0,9 euros por acción, Natra no ha superado nunca el euro por acción, si bien en las dos últimas sesiones ha igualado esta cota al cotizar cuál sería con toda seguridad su destino más inmediato.

Con este escenario, los pequeños accionistas más desencantados con el futuro de una compañía que acababa de confeccionar un ambicioso plan estratégico han elegido insistir en su lucha para conseguir que los juzgados reconozcan un precio más elevado para sus acciones. Después de que la CNMV les afeara defectos de cálculo en el informe de valoración que fijaba en 2,735 el valor de sus títulos, están preparando uno nuevo que subsane estos defectos y refute los argumentos empleados por los asesores independientes contratados por los Bonomi y por el consejo de administración de Natra.

HACIA LA AUDIENCIA NACIONAL

Además, un grupo de ellos -titulares de apenas seis millones de acciones, el equivalente a un 3,8% de su capital social- tienen previsto continuar su lucha judicial en la Audiencia Nacional, para lo que están trabajando en la presentación de un recurso por la vía contencioso-administrativa. El tiempo también apremia en este caso, puesto que la administración de Justicia señala dos meses desde que el pasado 9 de julio la CNMV desestimó el recurso de reposición que el grupo de minoritarios había presentado.

Para preparar convenientemente la demanda, los cabecillas de este grupo de inversores han solicitado el pago en un céntimo de euro por cada una de las acciones cuyo valor se quiera reclamar. El objetivo es que, de esta manera, los gastos iniciales se puedan repartir de forma equitativa al resarcimiento que esperan conseguir. Se espera que el próximo día 8 puedan ya designar el bufete de abogados que se encargará del proceso.

Los accionistas que persisten en la brecha han llegado a este proceso judicial alentados por la reciente sentencia en la que la Audiencia Nacional ha ordenado una mejora del 71% en el precio de la opa de exclusión de FCC sobre Cementos Portland. Una decisión que ya ha recurrido la CNMV, organismo que en su momento aprobó la operación a 6 euros por acción frente a los 10,29 euros que ahora señala el tribunal.

El número de accionistas minoritarios agrupados contra los Bonomi ha descendido a un 6,69% del capital a golpe de ventas de última hora y dilución

A falta de la toma de control absoluto en el accionariado, este ya se ha producido en el consejo de administración de la compañía. Los exconsejeros históricos de Natra, Pedro Santisteban y Manuel Moreno Tarazona, han dimitido en bloque para dar paso al equipo de confianza de los Bonomi, al frente de los cuales se ha situado Mohamed Elsarky, ex consejero delegado de la firma belga de chocolates Godiva, al que se le ha encomendado el puesto de vicepresidente, inmediatamente por debajo de Antonio Obieta, que ha logrado perpetuarse en la presidencia, como ya habían apuntado los nuevos dueños de la chocolatera valenciana.

Mientras tanto, algunos pequeños inversores han terminado apresurándose a vender a Investindustrial en contra de sus primeras intenciones de hacer la resistencia. Incluso antes de que lleguen las compras forzosas por las que los accionistas no deben asumir ningún coste de corretaje. Así se deduce del descenso en el número de títulos que forman parte del recuento de los minoritarios opuestos a la opa: de 11,28 hasta 10,58 millones de acciones. Un retroceso que, sumado al reciente canje de obligaciones convertibles y su consiguiente efecto dilutivo ha rebajado su peso del 7,39% previo al 6,69% actual.

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