Las malas noticias sobre la economía alemana siguen preocupando a los mercados, que este martes sufren tímidas caídas en Europa. El último dato que llega de la economía germana se refiere a la fuerte caída de las exportaciones que ha registrado durante el segundo trimestre del año.
La guerra comercial ha sido la causa principal de la contracción del 0,1% del PIB de Alemania, frente al crecimiento del 0,4% de los tres primeros meses del año. Un contexto que ha llevado a la 'locomotora europea' al borde de la recesión técnica, según ha confirmado la segunda estimación del dato de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
"El desarrollo del comercio exterior frenó el crecimiento económico en el segundo trimestre de 2019", indicó la oficina estadística alemana, puesto que las exportaciones registraron una caída trimestral del 1,3%, mucho mayor que el retroceso del 0,3% de las importaciones.
De este modo, la balanza comercial alemana registró en el segundo trimestre del año una contribución negativa del 0,5% al desempeño económico de la mayor economía del Viejo Continente.
Por su parte, el consumo final de los hogares alemanes tuvo una contribución positiva del 0,1%, aunque muy por debajo del 0,8% del primer trimestre del año, mientras que el gasto público creció un 0,5%, frente al incremento del 0,8% entre enero y marzo.
La formación bruta de capital fijo registró entre abril y junio un retroceso del 0,1%, tras haber aumentado un 1,6% en los tres primeros meses de 2019. En concreto, en el sector de la construcción bajó un 1%, frente al incremento del 1,5% del primer trimestre, mientras que la formación bruta de capital fijo en maquinarias y equipos creció un 0,6%, tras el 1,4% de los tres meses anteriores, informa Europa Press.
Demanda nacional estable
"La segunda estimación de los datos del PIB alemán del segundo trimestre muestra que no todo fue malo", apunta Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania, para quien los detalles de los componentes del crecimiento constatan que "la contracción fue impulsada casi exclusivamente por la debilidad de las exportaciones", mientras que a nivel doméstico, solo el sector de la construcción decepcionó.
"Si bien la segunda estimación de los datos del PIB del segundo trimestre tiene algunos puntos brillantes, las perspectivas a corto plazo para la economía alemana siguen siendo sombrías", advierte Brzeski, añadiendo que la economía alemana se encuentra en una "encrucijada peligrosa".
No obstante, el experto considera que, "después de 10 años de fuerte crecimiento económico, un estancamiento o incluso una recesión técnica en esta coyuntura no es motivo de pánico".
Estímulos fiscales
A este respecto, el analista de ING Alemania apunta que un estímulo fiscal podría aumentar la confianza y mejorar el crecimiento estructural en los años venideros, mientras que una nueva escalada del conflicto comercial y la incertidumbre global, combinada con la ausencia de estímulos fiscales, "es actualmente la peor de todas las pesadillas para la economía alemana".
En su último boletín mensual, el Bundesbank, el banco central de Alemania, asume la cada vez mayor probabilidad de que el país entre en recesión técnica en el tercer trimestre de 2019, cuando la institución anticipa que el PIB podría sufrir una ligera contracción, que se sumaría a la caída del 0,1% registrada entre los meses de abril y junio.
De confirmarse la contracción del PIB germano entre los meses de julio y septiembre, Alemania entraría en recesión técnica, cuando se encadenan dos trimestres consecutivos de caída de la actividad, por primera vez en seis años, después de que la economía de Alemania sufriera una contracción del 0,4% en el cuarto trimestre de 2012 y del 0,5% en los tres primeros meses de 2013.