Euskaltel lanzó la semana pasada una agresiva oferta en la que daba fibra en el hogar, gigas móviles e incluso televisión, todo por 20 euros. Probablemente la oferta más agresiva que se recuerde en el operador vasco y una de las más bajas del mercado para este paquete de servicios de telecomunicaciones.
Es, además, la primera gran oferta de la compañía bajo el mando de José Miguel García, el exCEO de Jazztel que fue nombrado consejero delegado de Euskaltel en junio con el objetivo de extender la compañía por toda España y convertirla en el quinto operador con presencia nacional.
El objetivo de García es lanzar antes de fin de año, o comienzos del próximo, la marca Virgin y utilizarla para que Euskaltel pueda estar presente en todo el territorio. Zegona, que controla casi el 22% del capital, desbancó al anterior CEO Francisco Arteche precisamente por la “lentitud” en este despliegue.
En esta estrategia, la oferta presentada al mercado la semana pasada es considerada por el resto de operadoras de telecomunicaciones como el primer paso de García para instaurar su modelo low cost en Euskaltel, ese que le hizo famoso en Jazztel hace más de un lustro.
Lucha por el bajo coste
De hecho, las fuentes del sector consultadas por este diario indican que este movimiento comercial de García es “de facto” el comienzo de la guerra por el quinto operador. Y Euskaltel y García están dispuestos a jugarla con bajos precios muy por debajo de su coste real de mercado, con el objetivo de ganar cuota de mercado rápidamente.
En el sector no se teme hablar de “dumping”. Técnicamente, dumping se refiere a la "práctica de vender por debajo del precio normal o a precios inferiores al coste con el fin de eliminar a la competencia y adueñarse del mercado”. En el caso de la oferta de Euskaltel de la semana pasada estamos hablando de un precio de 20 euros para un producto que la propia compañía vendía antes por 65 euros.
En este caso es una oferta de seis meses, pero en el sector se considera que Euskaltel y García irán a más, con ofertas mucho más agresivas, en la línea de lo presentado la semana pasada. "Se van a cargar el sector”, dice un directivo que ha hablado con este periódico, en referencia a los agresivos precios que pondrá sobre la mesa José Miguel García y que podrían desatar una nueva guerra de precios por mantener clientes.
Una preocupación compartida por el resto del sector, ya de por sí herido por la guerra del fútbol y la lucha por el bajo coste que han impuesto las segundas marcas y las operadoras móviles virtuales. “No podemos seguir en esta dinámica de guerra de precios; si no, terminaremos acabando con la poca rentabilidad que queda”, agregan estas fuentes con preocupación.
Menos ingresos en el primer trimestre
Y es que el sector de las operadoras de telecomunicaciones no pasa por su mejor momento. El último trimestre del año pasado cerró con unos ingresos minoristas en el sector de las telecomunicaciones de 6.428 millones de euros, un 0,5% menos que en el año anterior, según los datos estadísticos de la CNMC.
Durante la presentación de resultados del primer semestre, el CEO de Orange España, Laurent Paillassot, indicó que el sector sigue sufriendo en este año. En los primeros seis meses de este año se contrataron un 40% menos de líneas de banda ancha fija (100.000) y un 66% menos de contratos móviles (266.000), indican las cifras de la CNMC.
"Estamos viendo claramente un frenazo en términos de altas netas en todo el mercado", indicó el directivo, que además advirtió que los ingresos del sector podrían disminuir al cerrar este año por la elevada competencia y canibalización del sector, donde los clientes ya no se ganan por nuevos productos sino que por arrebatarlos a la competencia fruto de grandes descuentazos.
De hecho, en Orange aportaron datos que reflejaban que en el primer trimestre de este año el mercado redujo sus ingresos un 0,7%, después de crecimientos consecutivos desde el año 2015. En el caso del Ebitda del mercado también se redujo entre enero y marzo de 2019, en concreto un 2,3%.
Menos ingresos y beneficios
La ecuación es simple. Las operadoras necesitan realizar un gran esfuerzo comercial en márketing y rebajando los precios para mantener a sus clientes, lo que les hace reducir sus ingresos (por los paquetes rebajados por debajo de su coste real) y aumentar sus costes (por el aumento de los costes en promocionar estas ofertas).
Como resultado se reducen los ingresos, los márgenes y, por tanto, los beneficios. Si a esto le sumamos los elevados costes en los que tendrá que recurrir el sector para impulsar el 5G a partir de este año, participando en una subasta de espectro de varios miles de millones de euros a comienzos de 2020, tenemos una mecha que Euskaltel puede encender con su estrategia del super low cost, terminando por dinamitar el sector.
El sector no prevé un buen fin de año incluso sin Euskaltel en modo roba clientes, por lo que, si se confirma esta agresiva estrategia de expansión de la operadora vasca, estaríamos ante un “terremoto de insospechadas proporciones”, dice un directivo de una compañía del sector.
“Euskaltel quiere crecer para engordar”
“Euskaltel quiere crecer para engordar”, dice este mismo directivo, que refleja el sentir de buena parte del sector. Zegona es el dueño del paquete mayoritario de Euskaltel y tiene a la operadora vasca como su único activo. Estamos hablando de un fondo británico que situó a José Miguel García al mando para una estrategia de expansión, precisamente para crecer rápido y buscar una pronta rentabilidad.
Al tratarse de un fondo de inversión, lo lógico -indican en el mercado- es que busque posicionarse y engordar su negocio para posteriormente vender su paquete de acciones en Euskaltel a alguna otra operadora o a inversor. De momento, no pueden hacerlo porque los títulos de la compañía siguen por debajo del precio de compra de Zegona al desembarcar en la operadora.
Por ello, el objetivo de Zegona es convertir a Euskaltel en la quinta operadora española a nivel nacional y para ello deberá ganar terreno (y clientes) a velocidad acelerada. La operadora tiene unos 800.000 clientes en estos momentos, muy lejos de la cuarta compañía, MásMóvil, que tiene 8,3 millones de clientes, según sus últimos datos semestrales. Una largo camino por recorrer que solo podrá hacer arrebatando clientes a Vodafone, Movistar, Orange y la propia MásMóvil.