Su objetivo es seguir ganando fuerza como combustible, con la transición energética como telón de fondo, y parece que lo está consiguiendo; el autogás (o GLP) suma adeptos. Tanto es así que los vehículos propulsados por este combustible superaron en los ocho primeros meses de 2019 las matriculaciones de todo 2018.
En concreto, y según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), entre enero y agosto se matricularon 19.645 nuevas unidades de este tipo de vehículos, frente a las 19.598 registradas a lo largo del año pasado completo.
Unas cifras que colocan a este combustible, que otorga la etiqueta ECO a los vehículos -clave de su éxito-, como una de las opciones preferidas a la hora de buscar alternativas a la gasolina y al diésel.
En este sentido, según las cifras de matriculaciones de la DGT recogidas por la consultora de automoción MSI, hasta agosto de 2019 la matriculación de vehículos de autogás se situó por encima de los 11.681 incluidos en la Etiqueta 0 (eléctricos puros e híbridos enchufables) y lejos de los 4.257 de los alimentados por gas natural (GNC).
Vehículos nuevos...y transformados
"Por cada coche eléctrico se venden cuatro de autogás, a pesar de que muchas administraciones están apostando públicamente por la movilidad eléctrica como única alternativa", denuncian desde la Asociación Española de Gas Licuado (GasLicuado).
Hoy, existen más de 100.000 vehículos propulsados por este combustible en España y esta cifra crece a un ritmo superior a las 2.000 nuevas unidades cada mes. Si se mantiene la tendencia, según los cálculos del sector, España cerrará el año con cerca de 30.000 matriculaciones de vehículos de este tipo.
Todo ello sin contar con los vehículos que son transformados a esta tecnología en talleres especializados; un negocio con el que, aunque es difícil conocer los datos exactos, cerca de 6.000 unidades fueron adaptadas en España el año pasado, cree la asociación. Hasta agosto, apuntan, esta cifra podría haber superado los 5.000 vehículos.
Un cambio que, de media, cuesta cerca de 1.200 euros y, como se ha explicado líneas arriba, permite al vehículo obtener la etiqueta ECO, tan ansiada en tiempos de restricciones medioambientales.
Una apuesta de las petroleras
Detrás de estos vehículos, tienen un papel destacado las compañías que comercializan y distribuyen autogás en España. En total, en nuestro país hay una red de repostado de más de 600 estaciones, que se reducían a tan solo 40 hace seis años.
En esto tienen mucho que ver compañías como Cepsa, con cerca de medio centenar de estaciones de servicio con este combustible y, sobre todo, Repsol, propietaria de algo más de 400 de las 670 estaciones totales.
Sin embargo, esta red aumentará en los próximos años: "Contamos con un plan estratégico de aperturas", cuentan desde Cepsa, que prefiere no desvelar cifras y plazos. Repsol, por su parte, tampoco descarta extender la red, aunque cree que la actual podría surtir a un parque mucho mayor.
En este afán por seguir desarrollando "alternativas viables y reales" para quienes, por ejemplo, se compraron hace poco un coche de gasolina, la petrolera que dirige Josu Jon Imaz firmó en mayo la primera de sus alianzas con talleres mecánicos para potenciar la adaptación de automóviles a este combustible; en este caso, con Confortauto, quienes a final de año prevén disponer de una red de 750 talleres donde poder 'tunear' los coches.
No obstante, y según ha podido saber este periódico, en los próximos días se hará pública la alianza de Repsol con los talleres de First Stop, a los que dará la mano también para adaptar vehículos a autogás. Un contrato que comenzará a desarrollarse, en primera fase, en Madrid, pero que tiene como objetivo extenderse a las principales ciudades españolas. Entre España y Portugal, First Stop cuenta con una red de cerca de 400 talleres.
Con todo, en el sector pretenden seguir desarrollando esta opción, marcando el mercado español como uno de los que más potencial de crecimiento tienen.