Revés para Ada Colau y su estrategia de vivienda social en Barcelona. Ni los promotores ni los grandes inversores quieren financiar la sociedad pública que debe construir las casas de alquiler 'a precio asequible' que estudia poner en marcha en el Área Metropolitana de Barcelona. 

Se trata de la sociedad Habitatge Metròpolis de Barcelona, que abrió antes del verano un proceso de licitación para que algún socio privado pusiera el capital que necesitaba para desarrollar las viviendas. En total, el precio de licitación estaba entre los 57,8 millones de euros y los 104 millones, con un compromiso para los próximos quince años. 

¿El resultado? Que sólo se presentó una oferta: la de la Compañía Española de Viviendas en Alquiler (CEVASA) y fue descartada por no cumplir los requisitos exigidos. Así que se ha decidido dejar desierto el concurso abierto antes del verano, lo que obligará al AMB a volver a licitar en las próximas semanas. 

Dentro de las causas que explican el fracaso de la licitación estarían las exigentes condiciones que impuso el AMB a los licitadores: límites a la venta de las acciones de HMB, un tope del 4,5% en el reparto de dividendos y un precio de los alquileres en siete euros por metro cuadrado de media. 

Tal y como reflejaba esta semana el diario Expansión, la intención de HMB era levantar 4.500 viviendas de alquiler social en la circunvalación de la capital catalana. La idea era que pudieran ser entregadas en 2021. 

Actualmente la sociedad HMB está participada en un 50% por el Ayuntamiento de Barcelona y el AMB. Tras la venta, se crearía una sociedad de economía mixta, en la que un inversor privada contribuyera al desarrollo a cambio de recibir parte de los beneficios del negocio.