El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha expresado su confianza en que para que el próximo mes de marzo su filial en Estados Unidos obtendrá finalmente la aprobación para llevar adelante su planta eólica marina frente a las costas del estado de Massachusetts.
Iberdrola, a través de Avangrid Renewables, participa en el desarrollo de un parque eólico marino frente a las costas del este de EEUU, que contará con una potencia de 800 MW, con la que será capaz de atender las necesidades energéticas de un millón de hogares de la zona.
Después de que las autoridades estatales solicitasen revisar el proyecto por las quejas de los pescadores del área, Galán avanzó a un grupo de periodistas en Nueva York, en donde participa en la Cumbre del Clima de la ONU, que "probablemente antes de final de año tengamos el estudio (de impacto medioambiental) y no hay ninguna razón para que el departamento de Interior del estado no nos dé la aprobación para el mes de marzo".
Galán es consciente de que el nuevo estudio del fondo marino y del emplazamiento ha demorado el proyecto unos meses, con un coste para la empresa líder en energía eólica que no cuantificó.
Además, evitará la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras, según Iberdrola.
Igualmente, durante la vida del proyecto se ahorrarán 3.700 millones de dólares en costes relacionados con la energía en la región de Nueva Inglaterra.
Con este nuevo desarrollo, el grupo Iberdrola desembarca en el sector de la energía eólica en Estados Unidos y ratifica su papel como compañía eléctrica de referencia mundial en esta área.