La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha sido nombrada la mujer más poderosa del mundo por la revista Fortune, en una nueva edición del ranking que clasifica a las 50 mujeres más influyentes y que también sitúa en el podio a la consejera delegada de GlaxoSmithKline, Emma Walmsley, y a la presidenta de Gree Electric Appliances, Dong Mingzhu.
De esta forma, Ana Botín regresa al primer puesto tras haber ocupado la segunda plaza el pasado año. La cabecera norteamericana destaca el sólido desempeño del banco a nivel mundial durante 2018, con ingresos que ascendieron a 48.424 millones de euros.
"Este crecimiento se ha conseguido en buena medida gracias a la actividad del banco en Latinoamérica (Brasil y México, principalmente) y se ha apoyado en una reducción de costes en Europa", sostiene la revista.
Destaca asimismo el "progreso" conseguido desde que Ana Botín llegó a la presidencia del Santander en 2014 para "reforzar el capital del banco, aumentar la vinculación de los clientes (que ha crecido un 40% desde 2015) y digitalizar las plataformas", con un número creciente de clientes digitales que ascendía al cierre del pasado ejercicio a 32 millones.
La designación nuevamente de la presidenta de Banco Santander como la mujer más poderosa del mundo coincide con el quinto aniversario de su mandato, periodo en el que Santander ha vivido una gran transformación cultural al tiempo que ha logrado apuntalar el crecimiento y mejorar su rentabilidad y fortaleza.
Según una presentación que la propia presidenta del banco realizó este miércoles en Londres ante inversores, el beneficio atribuido en los últimos cinco años ha crecido un 87%, hasta los 7.800 millones de euros, mientras que la rentabilidad (medida a través del RoTE) ha aumentado en 210 puntos básicos, hasta el 11,7%. Además, el grupo ha reforzado su nivel de capital CET1 Fully loaded hasta el 11,3%, los que supone un incremento de 350 puntos básicos en dicho periodo.
Influencia en los negocios
La lista de las mujeres más poderosas del mundo que elabora Fortune se ha convertido en un termómetro de la influencia del género femenino en el mundo de los negocios y las grandes empresas. La revista pone de manifiesto que en 2019 solo 14 mujeres encabezan alguna de las 500 mayores compañías del mundo, lo cual representa un ligero incremento frente al año anterior, cuando se contabilizaban 12, pero muestra también que hay todavía margen de mejora.
Un tercio de las mujeres que componen esta lista son nuevas incorporaciones fruto de su reciente nombramiento al frente de grandes multinacionales, como Jessica Tan, CEO de la compañía china Ping An Group; Ilham Kadri, consejera delegada de la multinacional química belga Solvay, o Emma Fitzgerald, de Puma Energy, una de las mayores compañías de Singapur.
También destacan algunas mujeres que recientemente han sido ascendidas dentro de sus firmas actuales, como Andrea Marques de Almeida, CEO de Petrobras; Anne Rigail, de Air France; y Maki Akaida, de la empresa textil japonesa Uniqlo.
Algunas de las integrantes de esta lista (que provienen de 19 países diferentes) representan industrias en las que rara vez se había visto presencia femenina en la cima, desde el sector químico y petrolífero hasta la fabricación de metales. "Y, aunque están comenzando en sus nuevos roles que en gran medida aún no han sido probados, lo importante es que están en condiciones de marcar la diferencia", afirma Fortune.