España es uno de los países que está liderando el despliegue de 5G en Europa y el mundo, pero está algo rezagado en la implantación de esta tecnología en casos de uso reales. Una implantación que además está llegando de manera más rápida al mundo de la empresa que al de los usuarios de a pie. Esta fue una de las principales conclusiones del III Foro EL ESPAÑOL 5G, La tecnología 5G y su impacto en España, celebrado este miércoles con la colaboración de Samsung, Cellnex y Lyntia.
El evento contó con los principales actores implicados en el despliegue del 5G en España: miembros el Gobierno, organismos públicos y privados y empresas. Ponentes que analizaron el actual estado de la nueva tecnología en España y abordaron los retos y oportunidades que se abren en el año en que ya han comenzado los primeros despliegues comerciales en nuestro país.
Un despliegue que avanza, pero a mucho menor ritmo que las noticias que se publican sobre sus aplicaciones reales. Lo que nos aboca a una transición que durará al menos los próximos cinco años y que permitirá a operadoras, fabricantes, usuarios y empresas adoptar el 5G progresivamente y sacar el verdadero rendimiento a sus posibilidades.
El Foro estuvo inaugurado por Roberto Sánchez, director general de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información del Ministerio de Economía y Empresa, quien confirmó que la subasta de la banda 700 MHz se pondrá en marcha el primer trimestre del próximo año y que las operadoras ya podrán utilizar todo su espectro disponible a partir de julio de 2020.
Sánchez recordó que, pese al calendario electoral y la dificultad para formar gobierno, el despliegue del segundo dividendo digital sigue inalterable y se mantienen todos estos plazos. Del mismo modo, recordó que España es uno de los países punteros de Europa en el despliegue de esta nueva tecnología y confirmó la apuesta del Ejecutivo, indicando que antes de fin de año lanzarán un nuevo fondo de pilotos 5G, en esta oportunidad de 45 millones de euros para 11 proyectos.
Redes y servicios de comunicación
Con la confirmación de estos nuevos recursos del Gobierno, comenzó la primera mesa de debate, Los servicios de comunicación frente a un cambio radical en el modelo de mercado, conformada por Javier López (Samsung), Nacho Ríos (Lyntia), José Antonio Aranda (Cellnex), Daniel Ollé (CNMC) y Federico Ruiz, director del Observatorio Nacional 5G.
El primer paso para tener una red de 5G fuerte es el despliegue de redes, un punto en el que España comienza a dar sus primeros pasos. Para Javier López, solutions manager de Samsung Redes Europa, el 5G traerá grandes beneficios para la industria y advirtió que compañías como Samsung pueden ayudar a las grandes operadoras.
Por su parte, Nacho Ríos, director de Estrategia de Lyntia recordó que en el proceso de encontrar la verdadera rentabilidad del 5G, empresas como Lyntia pueden reducir el coste para las operadoras de telecomunicaciones. “Ayudamos a racionalizar sus infraestructuras y a utilizar las estructuras pasivas con la consiguiente reducción de los costes”.
En esta línea, José Antonio Aranda, director de Innovación y Estrategia de Producto de Cellnex, reivindicó la figura del operador neutro en las redes 5G “no solo para compartir las infraestructuras sino que para crear nuevas estructuras y que nuestros clientes tengan muchos más servicios”. Aranda cree que este es el momento en el que los grandes operadores pueden apostar por un despliegue de 5G mucho más eficiente y menos oneroso.
Para Daniel Ollé, subdirector de la Subdirección Técnica de las Comunicaciones Electrónicas de la CNMC, uno de los grandes avances del 5G será la virtualización de las redes. “La segmentación de las redes dará lugar a servicios a medida y los operadores podrán recibir un servicio de red personalizado”, indicó. Aunque advirtió que este nuevo mundo que se abre requiere regulación, pero "una supervisión que no entorpezca su desarrollo".
Uso en las empresas
Federico Ruiz, director del Observatorio Nacional 5G, destacó que esta “revolución” del 5G combina criterios como la rapidez, latencia baja y altísima fiabilidad, los que sumado a otras tecnologías como la inteligencia artificial crean un entorno totalmente nuevo en el que nos olvidaremos si estamos conectados a un cable o no. “Las distinciones entre dispositivos se difuminan”, apuntó.
Entrando en los usos de las empresas, Javier López indicó que un elemento clave para todo este despliegue es lograr "unir la industria con el complejo mundo de las telecomunicaciones". Del mismo modo, señaló que “el gran 5G vendrá cuando baje la latencia y se puedan desplegar muchos dispositivos por metro cuadrado, y a eso le pueden sacar mucho rendimiento las empresas.”
En cuanto a las ventajas tecnológicas del 5G, José Antonio Aranda apuntó a que se producirán dos fenómenos. La softwarización, que obligará al mercado a deshacerse de equipos físicos y permitirá la desentralización, y la densificación, donde será necesario reforzar las redes en las grandes ciudades donde el tráfico de datos sea mucho más intenso.
Por su parte, Nacho de los Ríos advirtió que el 5G hace que las redes sean mucho más flexibles, lo que implica que los operadores tengan que reforzar muchísimo la fibra, incluso en antenas 5G. “Los sistemas deben ser capaces de soportar las redes, por lo que el backup será mucho más importante para dar alternativas y dar continuidad al servicio", señaló.
Respecto de la posibilidad de reservar espectro a empresas y determinadas organizaciones, Daniel Ollé indicó que desde el regulador español hay preocupación sobre este tema porque considera que es un bien “muy valioso”. “Si alguien quiere explotarlo, al margen de las operadoras, debe ser un caso muy concreto y habrá que pensar en bandas muy específicas para reservarlas a otros agentes”, dijo.
¿Plazos de despliegue definitivo?
Federico Ruiz se mojó y apuntó a un horizonte de dos años. Además, dijo que estamos ante una oportunidad única en la que “hay muchas posibilidades para que cada operador se distinga por una estrategia única”.
La segunda mesa del Foro, Preparándose para una ciudad 5G y sectores de la aplicación de la tecnología, estuvo centrada en aterrizar la nueva tecnología a casos de uso reales. Contó con la presencia de Pilar Bernat, Eduardo Valencia (AMETIC), Juan Fernández (Cerner Iberia), Ana María Vega (Telefónica) y Silvia Jiménez (COIT).
Para Pilar Bernat, directora de Telefonía y Comunicaciones y profesora de nuevas tecnologías en la Universidad de Nebrija, el 5G no va solo de tener teléfono con cobertura, va de internet de las cosas y de cero latencia. A su juicio hace falta el desarrollo de 5G y de otras muchas cosas como el crecimiento tecnológico de otras industrias.
Por su parte, Eduardo Valencia, director del Think Tank de Movilidad de Ametic, la patronal tecnológica, indicó que hay muchos pilotos de conectividad de transporte que están avanzados en España, pero que estamos lejos de poder desplegar una verdadera ciudad conectada, con semáforos inteligentes y carreteras adaptadas al coche inteligente. “Se necesita infraestructura y eso todavía está muy verde”, advirtió.
Una situación similar a la que se vive en el mundo sanitario. Juan Fernández, director general de Cerner Iberia, dijo que ya existen exitosos caso de uso en la medicina, pero falta madurez tecnológica y en especial la posibilidad de dar con nuevos modelos de negocio.
Brecha digital y educativa
En tanto, Ana María Vega, experta en innovación de Telefónica, cree que existen tres sectores principales en los que ya se puede notar el uso del 5G: la industria, los medios de comunicación y la logística y el transporte. Aunque advirtió que la clave para rentabilizar esta tecnología está en detectar exactamente qué es lo que realmente necesitan las empresas para focalizar sus necesidades.
La primera ronda de intervenciones la cerró Silvia Jiménez, miembro del grupo de Regulación y Políticas del COIT y profesora de la Universidad de Alcalá. Jiménez advirtió de la serie de inequidades que puede generar esta nueva tecnología. La primera es el elevado coste de los terminales, luego están los despliegues en zonas rurales y las urbanas y la tercera es la brecha educativa entre los ciudadanos capacitados para usar 5G y los que no.
En este punto, Pilar Bernat advirtió que los jóvenes que estudian en las universidades no están preparados para el mundo digital y que no están capacitados para los nuevos retos laborales, a pesar de que son nativos digitales y que usan constantemente redes sociales.
Volviendo a los modelos de negocio, Eduardo Valencia indicó que la tecnología está ahí pero hay que ir aterrizando en modelos de negocio. Unos modelos de negocio que, advirtió, serán la clave para decidir en qué y cómo se invierte en los futuros despliegues comerciales.
En el mundo sanitario, Juan Fernández dijo que es muy complicado buscar estos modelos de negocio ya que cualquier avance en este sentido necesita coordinación con las distintas comunidades autónomas. “Las administraciones tienen que liderar el proceso” y, a su juicio, por el momento queda mucho camino por recorrer.
Ana María Vega insistió en que Telefónica lleva dos años trabajando con empresas e industria y clientes para ver qué les interesa del 5G y conseguir que sea una tecnología que les permita cambiar su compañía y transformarla. “A veces con el 4G se dan cuenta de que pueden cubrir de sobra sus necesidades”. Por eso ha advertido de que, para que este cambio triunfe, “el sector debe tener clara la necesidad que tiene”.
¿Plazos? Para Silvia Jiménez habrá un proceso de aprendizaje en el que las empresas verán que no todo se puede coger nuevo, y que tendrán que formar a sus trabajadores.
Un proceso de transición con el que coincidieron todos los ponentes y que implicará que, en el mediano plazo la administración, las empresas y los ciudadanos estén preparados para sacar el máximo rendimiento del 5G.
El evento contó con la colaboración de Kschool, AMETIC, APIEM y Colegio Oficial Ingenieros de Telecomunicación.