Renfe quiere dejar de ser un operador ferroviario para pasar a ser un operador integral de movilidad. La compañía, hasta ahora centrada en el transporte de pasajeros por ferrocarril, persigue aumentar su rango de acción más allá de las vías del tren. Ampliar su foco de los desplazamientos entre estaciones para estar presente en la totalidad del viaje: desde su punto de partida hasta su destino final.
Una pretensión en la que RaaS (Renfe as a Service), su plataforma de movilidad urbana, va a jugar un papel fundamental. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a los primeros conceptos de esta aplicación en la que se plasma la voluntad de la compañía de dominar facetas del viaje que, actualmente, están fuera de su radar.
El proyecto cuenta con un ambicioso enfoque que pretende llegar donde otras plataformas aún no han podido: la unificación de pagos de varios transportes en un solo billete. Como se puede apreciar en el vídeo que acompaña esta noticia, Renfe quiere que dentro de RaaS un usuario pueda planificar y pagar un viaje puerta a puerta. Trayectos que podrían incluir el desplazamiento en transporte público hasta la estación y el billete de tren pero, también, la contratación de otros servicios como bicis públicas, patinetes, taxis o Cabify.
En concreto, la compañía tiene acuerdos preliminares con Cabify, la plataforma de taxis FreeNow y los servicios de autobuses de Madrid y Barcelona. Renfe quiere convertir su servicio en el referente de la movilidad urbana aprovechando tanto su actual base de clientes como la posición estratégica de las estaciones.
Los 507 millones de pasajeros transportados por Renfe durante 2018 convierten a la compañía ferroviaria en la empresa con mayor volumen de viajeros en España. Del mismo modo, estaciones de Cercanías y larga distancia como Atocha, Chamartín o Sants se presentan como nodos de movilidad privilegiados para vertebrar la movilidad de las ciudades.
La aplicación permitirá conocer los tiempos de espera de los transbordos entre los distintos transportes seleccionados. Del mismo modo, los usuarios podrán ver en tiempo real las modificaciones de la duración de cada uno de los tramos del viaje, así como recibir alertas en el caso de que cualquier cambio o tener acceso a atención especializada durante el viaje.
En el desarrollo del proyecto, Renfe está contando con el apoyo de Iomob, start-up que participa en su aceleradora Trenlab. Los usuarios podrán contratar en la plataforma de Renfe distintos servicios que permitirán configurar viajes con varios servicios contratados.
Lanzamiento del piloto en noviembre
Renfe va a realizar un lanzamiento escalonado de esta plataforma. A mediados de noviembre arrancará una prueba de concepto que permitirá probar módulos de la plataforma como la planificación, la venta de billetes y la atención al cliente antes de su llegada al mercado. Los elegidos serán usuarios frecuentes del trayecto de alta velocidad que une Madrid y Barcelona.
En paralelo a esta primera experiencia, Renfe pondrá en marcha varias licitaciones públicas para dotarse de las capacidades necesarias con el objetivo de poner en marcha definitivamente la plataforma en 2020.
La importancia de este proyecto es de tanto calado para Renfe que está estudiando la posibilidad de crear una empresa centrada en este negocio. Una serie de pasos que dependerán totalmente del resultado de las próximas elecciones del 10 de noviembre.
Esta plataforma es un proyecto en el que tienen una gran implicación personal tanto el presidente de la compañía ferroviaria, Isaías Táboas, como el director de estrategia, Manel Villalante. La continuidad de ambos al frente de la empresa será clave para el desarrollo tanto de esta iniciativa como de la visión de convertir a Renfe en un operador integral de movilidad.
Así las cosas, noviembre se presenta como un mes clave para el futuro de RaaS y de Renfe. En este mes, tanto la prueba de concepto de la aplicación como las elecciones generales, marcarán profundamente si la operadora ferroviaria pone rumbo a nuevos destinos comerciales.