Kiabi arrastra una batalla con Hacienda desde 2011. El fisco reclama a la cadena de moda varias cuotas referentes al impuesto sobre sociedades de entre 2005 y 2007, el IVA de 2007 y las retenciones a la cuota impositiva de no residentes y sobre el rendimiento del trabajo.
Unas cantidades que suman 2,1 millones de euros y que la compañía se ha visto obligada a ingresar, al menos hasta que la Audiencia Nacional resuelva esta disputa. Es el último paso del proceso judicial que Kiabi lleva batallando desde hace casi una década.
Tras quedar desestimadas las reclamaciones de la compañía al Tribunal Económico-Administrativo Regional de Madrid y al Tribunal Económico-administrativo Central, Kiabi ha reflejado en sus cuentas correspondientes a 2018 el pago de la cantidad que reclama Hacienda.
Este pago ha llevado a la cadena a pérdidas. Sus ventas se mantuvieron estables y apenas crecieron un 0,37% hasta los 208,5 millones de euros, pero el resultado final fue negativo. La compañía pasó de ganar 2,7 millones de euros en 2017 a perder 2,5 millones de euros el pasado ejercicio.
Se trata de una cadena muy enfocada al low-cost que en un escenario de reducción de márgenes del sector de la moda puede verse perjudicada. Una de las cantidades más abultadas en concepto de gastos de la compañía es el referente a alquileres, los locales de Kiabi costaron 18 millones de euros el año pasado.
La compañía acumula una deuda que duplica sus pérdidas, 5,8 millones de euros entre pagos a proveedores, acreedores y personal. El stock en producto de Kiabi suma 15 millones de euros.