Los bancos españoles están entre los más activos a la hora de depurar sus cañerías y deshacerse de activos tóxicos. En total, entre 2016 y 2018 han vendido unos 41.700 millones de euros, situándose por detrás de la banca italiana que se ha deshecho de algo más de 97.000 millones. Una cifra que la coloca a la cabeza de la banca europea.
El Top 3 en la venta de activos dudosos (NPLs) en Europa lo completa Irlanda, que ha ‘colocado’ 15.000 millones de euros en los últimos tres años. Un ranking elaborado por la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AMF) en su informa anual titulado: Indicadores KPI de la Unión de los Mercados de Capitales.
Según este documento, estos tres países copan el 84% de las ventas de activos dudosos en la Unión Europea, en donde se han vendido desde 2016 algo más de 182.000 millones de euros. De hecho, sólo en 2018 las ventas de este tipo de productos aumentó un 32%, un alza muy alejada de los ritmos superiores al 70% de los dos primeros años.
Relación con la crisis inmobiliaria
El análisis de AFME refleja que las operaciones de venta de NPLs han sido algo propio de los países en donde la crisis inmobiliaria ha sido más activa. Algo que explica el por qué Italia, España e Irlanda son los ‘reyes’. Ahora bien, reconoce que también el resto de países ha optado (en menor medida) por esta vía a la hora de liberar recursos y sacarlos del balance.
Precisamente uno de los motivos que la Asociación destaca para que se hayan acelerado estos procesos en toda Europa en mayor o menor grado es el aumento de las exigencias regulatorias en materia de capital por parte del Banco Central Europeo.
El informe, que analiza distintos aspectos de los mercados financieros en Europa, destaca también que la ‘ola verde’ que impera en el Viejo Continente la sitúa como región líder del mundo en la emisión de instrumentos financieros sostenibles en los últimos seis años.
De hecho, la Unión Europea está a la cabeza en volumen de este tipo de emisiones por delante de Estados Unidos que, en 2018, sufrió un frenazo por primera vez en los últimos años. En concreto, dentro de la UE-28, los bonos verdes fueron los líderes con 56.000 millones de euros el año pasado, frente a los 6.300 millones en bonos sociales y los 7.000 millones en bonos ‘híbridos’ o de doble propósito que se emitieron.
Según los datos de AFME, España ocupa el séptimo lugar en el Indicador de Sostenibilidad Financiera. Los Países Bajos, Suecis, España y Francia aportaron 48.700 millones de euros, lo que supone el 71% del total de las emisiones en bonos verdes que se hicieron el año pasado en Europa.
El documento analiza muchos otros aspectos como la situación de los mercados financieros, la capacidad de las empresas para obtener capital en los mercados, el fomento del ahorro de particulares a través en instrumentos financieros o la capacidad de las start-ups para acceder a financiación.
Nuestro país ocupa el puesto 25 en lo que se refiere a la disponibilidad de capital riesgo que permita a las start-ups financiar su crecimiento.