Iberdrola estima que el Reino Unido deberá invertir 286.000 millones de libras (unos 330.200 millones de euros) en la actualización de su red eléctrica y en la transformación de su sistema de transporte y calefacción para hacer frente a alza de la demanda de energía eléctrica cumpliendo sus objetivos de descarbonización en 2050.
Según un informe encargado por Scottish Power, la filial británica de la energética, a la consultora independiente Capital Economics, de ese esfuerzo inversor, un total de 48.000 millones de libras (unos 55.400 millones de euros) se requerirán para reforzar las redes, mientras que el coste estimado en bombas de calor asciende a 192.200 millones de libras (unos 221.899 millones de euros) y otros 45.900 millones de libras (unos 52.993 millones de euros) para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos en el país.
En este último apartado, el estudio estima que Reino Unido deberá instalar más de 25 millones de puntos de recarga de vehículos eléctricos, un ritmo de más de 4.000 diarios hasta 2050.
También cree necesario avanzar en el cambio hacia las bombas de calor, para lo que plantea un objetivo de instalar casi 23 millones a ese horizonte de 2050.
El informe, que subraya que el grueso de la inversión deberá hacerse a 2035, destaca que los beneficios de esta apuesta por impulsar este camino hacia la descarga se traducirá en la generación de más de 115.000 nuevos empleos.
Scottish Power ha lanzado la estrategia 'Zero Carbon Communities', una hoja de ruta detallada que muestra cómo las comunidades locales del país pueden llevar a cabo su papel para alcanzar los objetivos de descarbonización del Reino Unido, en el camino del país hacia un futuro eléctrico.
La filial de Iberdrola es la primera compañía energética integrada del Reino Unido en generar electricidad 100% 'verde'. Tras la venta en 2018 de sus activos de generación convencional en el país, ScottishPower focaliza sus objetivos en la energía eólica y en las redes inteligentes.