El pasado verano no fue fácil en las oficinas de Tesla. Pese al gran comportamiento comercial de la compañía y su destacado liderazgo en el segmento de los coches eléctricos, la paciencia de inversores y analistas comenzó a flaquear. La acción de la empresa llegó a perder un 20% de su valor en bolsa. Los rumores sobre una hipotética venta estaban disparados y su, en otro tiempo carismático, líder Elon Musk parecía haberse convertido en un lastre para el proyecto.
Hoy, sólo un trimestre después, la situación es radicalmente distinta. Tesla ha conseguido tornar los números rojos en verdes en este periodo. La empresa anunció unas ganancias trimestrales de 150 millones de dólares, lo que le ha permitido recortar sus pérdidas un 28,7% respecto a los nueve primeros meses de 2018.
Los ingresos de la empresa se han disparado durante este periodo con un aumento de 17.194 millones de dólares, un 20,7 % más que en 2018 gracias al gran comportamiento comercial que está consiguiendo. Y es que, sólo entre julio y septiembre del ejercicio actual han conseguido vender 97.000 coches.
Una cifra que va a seguir creciendo en lo que queda de año. Las estimaciones de Elon Musk dicen que Tesla terminará el año con 360.000 vehículos vendidos. Una marca que supone un incremento del ritmo de las ventas en el último trimestre hasta los 105.000 coches.
Este dato supone un punto de inflexión para la empresa que a su buena salud comercial ahora ha conseguido sumar un control en sus costes que le ha permitido enfilar la senda de los beneficios.
Una noticia que no ha podido ser mejor acogida por el mercado. Las acciones de Tesla han vivido un rally alcista que le han permitido aumentar su valor un 26% desde la presentación de resultados. Un rebote que ya compensa su mal arranque de año y que desde la compañía confían en que no sea flor de un día.
Lista la nueva fábrica china
Siendo unos datos económicos muy positivos para la empresa, su rendimiento en este periodo quedará en la categoría de la anécdota frente al gran anuncio realizado por el fabricante de vehículos eléctricos: Tesla ha desvelado que ha conseguido construir su Gigafactory de Shanghái en 168 días. Un paso clave para el futuro de la compañía ya que esta instalación va a tener capacidad para fabricar 150.000 automóviles al año.
Según comunicó la empresa, la factoría ya cuenta con vehículos Model 3 probando las líneas de montaje y tanto las líneas de ensamblaje final y pintura ya están en funcionamiento. Del mismo modo, Musk confirmó que ya está en marcha el segundo edificio de este complejo destinado a producir baterías.
De esta manera Tesla consigue una posición estratégica en su mercado clave. Se espera que sólo durante el próximo año los ciudadanos chinos compren dos millones de coches eléctricos. Una oportunidad comercial que Tesla quiere aprovechar. Las previsiones de la compañía señalan que China será su mercado más fuerte para el Model 3.
Y no terminan aquí las buenas noticias. Musk adelantó que están acortando los plazos de su Model Y. Pese a que los planes iniciales para este vehículo señalaban al otoño del próximo año como el momento en el que empezaría su comercialización, ahora la empresa espera poder entregar sus primeros coches de esta familia el próximo verano.
La última pieza para el futuro puzle productivo de Tesla es su factoría europea. El fabricante de coches eléctricos quiere contar con una planta operativa en suelo europeo en 2021. Un emplazamiento estratégico para la empresa que todo apunta que recaerá en Alemania. Aunque la decisión aún no es firme y desde España aún se intenta que el fabricante estadounidense aterrice en nuestro país, las opciones parecen ser escasas.
Así las cosas, 2019 parece destinado a ser el ejercicio en el que Tesla convirtió en realidades muchas de sus proyecciones. Un año en el que la empresa ha pasado sus meses más difíciles pero que, tras superar este bache, todo apunta a que quedará como un punto de inflexión de cara al futuro del fabricante de coches eléctricos.