España, Argentina y Reino Unido: tres frentes políticos que preocupan al Banco Santander
José Antonio Álvarez advierte de los efectos en el negocio de la desaceleración y Ana Botín destaca el "entorno difícil" en su comunicado de resultados.
31 octubre, 2019 02:42A las empresas no les gusta hablar en público de política, pero la política ejerce gran influencia en sus negocios. La desaceleración económica y "el entorno difícil" han impactado en la última cuenta de resultados presentada por el Banco Santander.
Tras cerrar el mejor trimestre en casi una década en beneficio ordinario, el banco anunció este miércoles una caída en su beneficio atribuido hasta septiembre de un 35%, hasta 3.732 millones. Los motivos no eran una sorpresa para el mercado, puesto que en 2019 la entidad ha tenido que provisionar seguros de protección de pagos en Reino Unido y ajustar el fondo de comercio de su filial británica en 1.491 millones de euros, además de acometer una reestructuración de su negocio en España.
Tras ese golpe originado esencialmente por el 'brexit', el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, no se atreve a aventurar qué impacto podría tener en su negocio un divorcio caótico o si un agravamiento de la crisis política británica tendría un impacto directo en sus cuentas. Pero es un asunto que el banco sigue de cerca.
Reino Unido aportó al beneficio del banco 246 millones de euros hasta septiembre, un 24,9% menos que hace un año, caída que se explica también por otros factores, como el negocio hipotecario en ese país, pero que refleja las dificultades de la apuesta británica.
En esa situación de incertidumbre, llevan años ya instaladas las empresas con intereses en el Reino Unido. Sin embargo, la incapacidad de Londres para dibujar una salida al callejón sin salida del 'brexit' no es el único problema político al que se enfrenta el Ibex 35.
Incertidumbre en España
Las dudas sobre si España contará con un Gobierno estable después del 10-N y la deriva de Cataluña también preocupan al Santander y resto de empresas. Preguntado este miércoles por este asunto y sin querer entrar demasiado en la arena política, Álvarez señaló que sería deseable que España cuente pronto con un Ejecutivo que de "estabilildad, predictibilidad y certidumbre" en un momento como el actual, marcado por la desaceleración económica.
El consejero delegado del Santander reconoció, además, que la tensión que se vive en Cataluña no favorece a la economía y mostró su confianza en que las elecciones abran un nuevo escenario.
Un Gobierno con capacidad y voluntad de acometer una política económica predecible sería necesario para tratar de combatir los efectos de la desaceleración que ya se están notando en el mercado de crédito, de acuerdo con Álvarez. Aunque el ejecutivo evitó dar datos sobre este tema, sí explicó que la confianza empresarial y la confianza de los consumidores demuestran que el ciclo económico se está agotando.
Ese agotamiento del ciclo no es buen aliado de la tasa de mora, que aunque para el grupo bajó hasta septiembre, hasta el 3,47%, en el caso de España subió hasta el 7,23%, dato que se sitúa por encima de sus competidores nacionales.
Con todo, el beneficio de Santander en España creció hasta septiembre un 3,3% (porcentaje que se elevaría al 5,5% de no ser por un ajuste de la normativa contable), hasta situarse en 1.185 millones de euros.
Esperando al peronismo
Con una presencia menor, Santander también sigue de cerca las últimas novedades políticas en Argentina, tras la victoria de Alberto Fernández.
La salida, ya esperada, de Mauricio Macri de la Casa Rosada desató hace meses una tormenta en los mercados, que se habían preparado para un cambio político por el que ahora no se han alterado por una mezcla de escepticismo y esperanza.
La evolución de la política en este país, que entre enero y septiembre aportó al Santander un beneficio ordinario de 97 millones de euros, también es seguida desde la Ciudad Financiera. Sin embargo, Álvarez optó este miércoles por la cautela al señalar que tras padecer "una volatilidad alta" por el cambio político, la entidad está ahora a la espera de que "el peronismo haga públicos sus planes para ver qué tipo de política económica quiere adoptar".
Con estos tres elementos candentes dentro de un contexto global complejo por el populismo político y el frenazo económico no es de extrañar que Álvarez iniciase este miércoles su exposición de los resultados trimestrales haciendo alusión a la "desaceleración económica" y el complejo entorno en el que se desarrolla su negocio.
Su intervención se producía horas después de que en un comunicado, la presidenta de la entidad, Ana Botín, también se refiriese al "entorno difícil" en el que la banca está desarrollando su negocio.
Su diagnóstico es interesante, dado que se trata de la entidad con mayor número de clientes en América y Europa (144 millones) y es por tanto uno de los termómetros globales más eficaces para medir la temperatura de la política internacional, siendo Brasil su primer mercado, con un negocio hasta septiembre de 2.249 millones de euros.