Trimestre a trimestre. Dia acaba de hacer públicas sus cuentas trimestrales y la compañía no logra quitarse de encima los números rojos que la acompañan desde ya demasiado tiempo. El grupo de supermercados registró unas pérdidas de 504 millones de euros de enero a septiembre, once veces más que en el mismo periodo de 2018, con una reducción en las ventas del 7,4% en el periodo hasta los 5.083 millones.
La deuda neta total a finales de septiembre superó los 2.556 millones de euros, de los que 707,2 millones corresponderían a la aplicación de la nueva norma contable NIIF 16, y otros 492,3 millones a los préstamos con participación en beneficios recibidos de su principal accionista, LetterOne, que se convertirán en fondos propios una vez que se produzca la ampliación de capital de 606 millones de euros. Así, la deuda financiera neta se sitúa en 1.854,5 millones de euros a finales de septiembre de 2019, esto es, 398,3 millones de euros más que a finales de 2018.
Desde la compañía achacan estas abultadas pérdidas al proceso por el que la compañía ha llevado a cabo un despido colectivo en España con el objetivo de "mejorar la productividad". Del mismo modo, apuntan a los "muy elevados niveles de falta de stock en las tiendas del Grupo durante todo el periodo en los primeros seis meses del año", así como al cierre de 757 tiendas deficitarias, de las que 94 se realizaron en el tercer trimestre y cuyo impacto positivo se verá reflejado, según indican, en los resultados anuales.
Según ha indicado Dia en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía tenía 384,8 millones de euros de liquidez, 100 millones de euros de liquidez adicional, a cierre de septiembre. "Estamos enfocados en fijar los básicos, tomando decisiones complejas con el objetivo principal de estabilizar el negocio e implementar medidas que contribuyan a establecer los pilares para el futuro crecimiento", explican desde el grupo.