Pese a enmendar a Nadia Calviño recortando en cuatro décimas su previsión de crecimiento para España en 2019 (del 2,3% al 1,9%), el comisario de Asuntos Económicos, el socialista francés Pierre Moscovici, no ve razones para el "alarmismo". Sostiene que la economía española sigue creciendo por encima de la media de la eurozona y es más resistente que en el pasado a las crisis. Pero al mismo tiempo avisa de que el futuro Gobierno que salga de las urnas el 10-N tendrá que acelerar los ajustes y reformas para apuntalar la economía.
"Como la economía se ralentiza, aunque se mantiene sustancialmente por encima del nivel de la eurozona, es importante que se tomen medidas para sostener el crecimiento respetando las reglas sobre las finanzas públicas", ha dicho Moscovici a EL ESPAÑOL en la rueda de prensa de presentación de las previsiones económicas de otoño.
"Estoy seguro de que deben hacerse reformas estructurales y que deben continuar los esfuerzos necesarios en materia de finanzas públicas. Y España debe respetar plenamente las reglas de la eurozona", insiste el comisario de Asuntos Económicos.
Según los cálculos de Bruselas, el déficit público se disparará este año hasta el 2,3%, en lugar del 2% que calcula el Gobierno de Pedro Sánchez. Por eso, Moscovici le ha enviado una carta a Calviño en la que le recuerda que la prórroga presupuestaria apenas permitirá mejorar en un 0,1% el déficit estructural en 2020, frente al ajuste del 0,65% que exige la UE. Es decir, el próximo Gobierno debe hacer ajustes por valor de 6.600 millones el año que viene.
En todo caso, Moscovici cree que la incertidumbre política que vive España desde el año 2015 todavía no se ha traducido en un impacto negativo en la economía. "Siempre es mejor tener Gobiernos mayoritarios. Siempre es mejor tener presupuestos que sean aprobados por el Parlamento", ha dicho el comisario francés. "Pero no es la incertidumbre política la que explica ni el brillante crecimiento de la economía española los últimos años ni la relativa ralentización para los próximos años", ha agregado.
En lo que sí se ha notado la parálisis política española, admite Moscovici, es en "una ralentización en el ritmo de reformas estructurales". En su equipo creen que el impacto negativo de esta parálisis reformista podría ser mayor ahora que la economía empieza a enfriarse que en los años anteriores cuando avanzaba a velocidad de crucero. El alto nivel de paro y la deuda pública hacen que España siga siendo muy vulnerable a un cambio repentino en la percepción de los mercados.
Pese a todo, el mensaje del comisario de Asuntos Económicos, que en breve termina su mandato y será sustituido por el italiano Paolo Gentiloni, es optimista. "Seamos claros: pese a la revisión a la baja del crecimiento, es obvio que la economía española está en mejor posición para aguantar una desaceleración global que en el pasado. Sé muy bien cuál es el nivel de paro y deuda, sé que los esfuerzos deben continuar pero también veo lo que han hecho los últimos Gobiernos y los ciudadanos en los últimos años y confío en la resistencia y la fuerza de la economía española".