Juan Asúa, mano derecha de Carlos Torres Vila, está citado este martes en la Audiencia Nacional como investigado por la relación del banco con el excomisario Villarejo. Su nombre fue incluido en el listado de imputados de la Fiscalía Anticorrupción y el juez instructor, después de que Antonio Béjar aportara a la causa documentación y un largo testimonio.
Entre los años 2007 y 2012, Asúa fue director de BBVA para España y Portugal. Eran los años en los que el exdirectivo fulminado por el banco el pasado julio estaba al frente del Área de Riesgos. Y Asúa era uno de los responsables a los que reportaba Béjar de forma directa, según fuentes conocedoras del funcionamiento interno del banco.
Fue en esos años, en los que el banco encargó a Villarejo seguimientos a empresarios del ladrillo con créditos morosos y a Ausbanc, según lo que se conoce de la investigación todavía secreta. Y la Fiscalía tratará de averiguar este martes hasta qué punto Asúa conocía esos contratos con Cenyt -y en su caso, hasta qué grado de detalle-.
Sin embargo, el interés del testimonio de Asúa podría no limitarse a su pasado. El directivo es la persona a la que Torres confió el seguimiento del informe forensic elaborado por PWC para el banco.
Una investigación en la que otro de los ejecutivos citados este martes, Eduardo Ortega, director de servicios jurídicos contenciosos de BBVA, también ha tenido un papel relevante, puesto que fue uno de los primeros ejecutivos de la entidad a los que FG pidió recabar información sobre los contratos de Cenyt con el banco, según las citadas fuentes.
Se da la circunstancia, ahora, de que ambos directivos que han tenido relación directa o indirecta con la investigación encargada por la entidad para este caso están imputados como investigados en la causa del juez Manuel García-Castellón.
El senior advisor to the Chairman (cargo oficial con el que Asúa figura en el organigrama del banco) está imputado como investigado por los delitos de cohecho y revelación de secretos. Dado que la causa es secreta, podría acogerse a su derecho a no declarar, como han hecho otros directivos y exdirectivos de la entidad a excepción de Francisco González y Antonio Béjar.
Eduardo Arbizu y BBVA
Este martes, también acudirá a la Audiencia Nacional otra pieza clave en el caso: el exresponsable de Regulación y Control Interno de la entidad, Eduardo Arbizu, que salió del banco de forma repentina después de la declaración de Béjar ante el juez y el fiscal. Todo apuntó en su momento a una destitución relacionada con esta causa nunca confirmada ni desmentida por la entidad.
Estas declaraciones se producirán unas horas antes de que BBVA declare como persona jurídica representado por Adolfo Fraguas -abogado de sus Servicios Jurídicos-. Al igual que su expresidente, la entidad se muestra dispuesta a "colaborar" con la Justicia y responder a preguntas del juez y el fiscal.
Tras su paso por la Audiencia, FG decidió este lunes dirigirse a la opinión pública y reiteró que no conocía la relación de BBVA con Villarejo.
Su línea de defensa, al igual la del banco, parece encaminarse a apuntar a algunos directivos como responsables de una relación con Cenyt de la que BBVA habría sido perjudicado.
Más allá de los encargos de BBVA a Villarejo para tratar de frenar el intento de 'asalto' de Sacyr al control del banco en 2004, la Audiencia Nacional investiga otros contratos para hacer seguimientos a empresarios del sector inmobiliario con créditos dudosos y a Ausbanc, una asociación a la que el banco acusó en el pasado de "extorsión".
Tras las declaraciones de esta semana, la investigación debería acelerarse y el juez levantaría, por fin, el secreto del sumario de la causa.