Arranca la nueva Copa Davis bajo la batuta del futbolista, Gerard Piqué. Una competición que reúne en Madrid a 18 países diferentes para definir cuál será el 'campeón del mundo' de tenis. Un formato que veremos en todo su esplendor a partir de este lunes pero que será "histórico", tal y como reconoce Javier Alonso, CEO de Kosmos, la empresa organizadora del torneo.
El objetivo es que los 18 equipos estén agrupados en seis grupos de tres equipos. Los dos primeros de cada uno y los dos mejores segundos se cruzarán el viernes en los cuartos de final. A partir de ahí, la pugna por convertirse en el líder del mundo. "Ha costado un poco", reconoce Alonso, quien se muestra orgulloso horas antes del esfuerzo realizado para "comunicar esa imagen de mundial que le va a dar a la Caja Mágica un gran colorido".
El esfuerzo de Kosmos ha sido titánico ya que ha habido que "cambiar las estructuras habituales del reciento, que son de tierra, para convertirlas en pistas rápidas, de madera". Exactamente igual que ocurre en otros torneos como Londres. Eso sí, prometen una competición "espectacular" gracias a los juegos de luces, la incorporación de zonas de cesped artificial y la instalación de calefacción radial en toda la zona del público.
"La intención es mezclar deporte con entretenimiento" por lo que también se ha firmado un acuerdo con Sony para que algunos de sus artistas más afamados pasen por las instalaciones de la Davis. Así, se podrá ver a Farruko y Alan Walker en la pista central durante la inauguración.
Se trata de una millonaria inversión que sólo para las instituciones madrileñas va a suponer el desembolso de 11 millones de euros. Desde Kosmos se muestran agradecidos al Ayuntamiento y la Comunidad, aunque reconocen que -al contrario del Mutua Madrid Open- la Copa Davis no se quedará en la capital de por vida. "El Mutua Madrid Open es un torneo pensado por, para y desde Madrid", sentencia.
"El nuestro es un proyecto a largo plazo, tenemos 25 años firmados con la Federación Internacional de Tenis (ITF) lo que nos da margen para rentabilizar la inversión", explica el CEO de la empresa organizadora. Aunque no da cifras del coste que tendrá para ellos, sí asegura que "el nivel de venta de sponsors está por encima de las expectativas que nos habíamos fijado".
Para lograr ese objetivo, explica Alonso, "lo ideal sería estar en cada sede durante cuatro o cinco años como máximo. Lo importante es que la Copa Davis pertenezca al mundo y se mueva por todos los Continentes".
De momento, en Madrid hay contrato para el 2019 y 2020, y una vez que concluya la competición comenzará la búsqueda de un nuevo destino para el 2021. Ahora bien, desde la organización reconocen que "hay una conversación pendiente con Madrid" para ver si es posible renovar el acuerdo durante otro año más o dos. Todo dependerá de la sintonía que haya una vez concluya el evento.
Eso sí, desde Kosmos están convencidos de que antes del verano de 2020 tiene que conocerse ya cuál será el lugar de celebración de la Davis en 2021. ¿Por qué Madrid para arrancar? "Porque era lo más simple a nivel organizativo", reconocen.
Sin temor al Mutua
Es innegable que puedan surgir comparaciones entre el Mutua Madrid Open y la Copa Davis. Sin embargo, Alonso cree que "no tienen nada que ver. El primero es un gran torneo del que estamos aprendiendo, pero nosotros estamos montando una competición de selecciones para ver cuál es la campeona del mundo".
El aforo es otra de las grandes incógnitas que hay en esta nueva competición, aunque desde Stubhub (la empresa que se ocupa de la venta de entradas) reconocen que las cosas no van mal. En este momento hay más de 130.000 vendidas "y hay mucho público extranjero, el 10% son italianos", relata en conversación con EL ESPAÑOL, su country manager, Andrés San José.
El objetivo es acercarse a las 200.000 entradas vendidas, aunque reconocen que dependerá en buena medida de las selecciones que lleguen a las fases finales. De hecho, San José confía en que haya un tirón de última hora a partir del próximo jueves.
No sólo eso, es que el torneo cuenta con un novedoso sistema de venta de entradas que permite renunciar a las entradas para venderlas. Algo muy útil en caso de que alguien haya comprado su ticket para la final y se encuentre con que su selección finalmente no alcance la ronda final. "Una tendencia que irá aumentando con los años", explica.
Los cálculos de esta empresa reflejan cómo "el 25% de las entradas que vende en España se compran cuatro días antes del evento".