La aparición de los últimos escándalos corporativos en los que se han visto envueltos varias cotizadas ha puesto en alerta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El organismo supervisor ha lanzado este lunes un comunicado en el que anima a las empresas cotizadas a revisar sus políticas de transparencia y buen gobierno para impedir que se produzcan "prácticas irregulares" como las detectadas en los últimos meses, algunas de las cuales han acabado en los tribunales.
La CNMV, que evita mencionar nombres en su comunicación, explica que estos casos de presunta corrupción son motivo de "preocupación" para la entidad supervisora. Entre los episodios a los que apunta están el que relaciona a Iberdrola y BBVA con el 'caso Villarejo' así como las supuestas comisiones pagadas por FCC en Panamá.
El organismo señala que, "aunque sólo afecten a algunas empresas o sean imputables a un número reducido de personas", estas situaciones pueden comprometer la imagen y reputación del mercado de valores, algo especialmente relevante dada la importancia que dan los inversores, incluidos los internacionales, a los aspectos relacionados con la ética.
Para mejorar la transparencia y el buen gobierno en las cotizadas, es necesario que los órganos de gobierno establezcan "políticas y controles adecuados para prevenir la corrupción y demás prácticas irregulares, así como para la identificación, evaluación, gestión y control de los riesgos y de los potenciales impactos asociados", según la fuente.
Asimismo, añade, es "esencial" que las políticas y controles se apliquen con el máximo rigor y para ello, y "sin perjuicio de la responsabilidad del Consejo de Administración", debe involucrarse al máximo la Comisión de Auditoría, a la que la normativa vigente atribuye la función de supervisar la eficacia del control interno y de la auditoría interna.
En este ámbito, se considera "especialmente relevante" el papel de los consejeros independientes y de los demás consejeros externos, ya que todos ellos actúan como contrapeso con respecto a los consejeros ejecutivos de estas entidades.
La CNMV insta por ello a los órganos de gobierno de las cotizadas a revisar sus políticas y procedimientos en este ámbito, así como su aplicación en la práctica, para asegurarse de que son suficientemente exigentes y se aplican realmente.