Mango está de estreno. La firma catalana ha presentado la nueva joya de la corona a nivel logístico. Un centro de 190.000 metros cuadrados en el que ha invertido 230 millones de euros. Situado en Lliçà d’Amunt (Barcelona), ha centralizado la actividad logística de la compañía, permitiendo un ahorro de “un 25% de los costes”.
El centro lleva unos meses funcionando a pleno rendimiento. En este sentido, aunque las primeras prendas llegaron en 2016, no ha sido hasta esta semana cuando Mango ha querido presentar oficialmente este centro, ya que se ha tenido que ir centralizando por fases hasta que se ha trasladado la actividad de todos los centros logísticos. Lliçà d’Amunt recibe la mercancía de más de 1.200 fábricas y distribuye toda la colección de la marca a 110 países, a sus más de 2.000 tiendas.
Antonio Pascual, responsable de la cadena de suministro de Mango, ha sido el encargado de presentar a los medios la nueva instalación. “Ojalá dentro de 10 años no quepamos”, anticipa. Y es que según Pascual lo más importante que permite a la compañía esta inversión es “seguir creciendo”. De hecho, Mango ya tiene planeada una ampliación que culminará en 2023.
Así, el centro logístico sumará en los próximos cuatro años 90.000 metros cuadrados extra, que supondrán una inversión de 35 millones de euros. El director general de Mango, Toni Ruiz, señala que el centro logístico “permitirá absorber el crecimiento de la compañía en los próximos años y también nos asegura poder ser capaces de reaccionar de forma mucho más rápida a las necesidades de nuestros clientes”.
Refuerzo 'online'
Ruiz explica que esta semana es la de “mayor facturación” para Mango. La compañía espera seguir creciendo online y el Black Friday y el Cyber Monday dan un empujón al balance de la compañía. Durante 2018, el comercio electrónico supuso un 20% de la facturación de la marca. En este escenario, el centro logístico supone un “refuerzo” para los “almacenes satélite” en los que la compañía prepara los pedidos online.
“Con la ampliación se podrá llegar al cliente final”, explica Pascual. Sin embargo, Mango no tiene previsto centralizar los pedidos online en Lliçà d’Amunt, pero sí tener este centro como un refuerzo en casos puntuales, como el de esta semana.
Características del centro logístico
El centro logístico es una nave del tamaño de 30 campos de fútbol. Emplea a entre 500 y 600 personas pero la mayoría de procesos están automatizados. Permite el procesamiento de 130 millones de prendas al año y puede almacenar 7 millones de prendas colgadas y 20 millones de prendas dobladas. Esta división entre colgadas y dobladas, lejos de ser un apunte anecdótico, es la base sobre la que se estructura todo el funcionamiento del centro logístico.
Mango cuenta con un buffer dinámico, una especie de clasificador que no deja de moverse. “Podemos anticipar la demanda por la reposición de las tiendas. Así, en lugar de tener las prendas en el sitio está en movimiento”, explica Antonio Pascual durante la visita de prensa a la que asiste EL ESPAÑOL.
Uno de los aspectos más impresionantes del centro logístico es sin duda el silo para prendas colgadas: con 25 metros de alto y 170 de largo es el armario abierto más grande que nadie haya visto.
De momento, las prendas se cuelgan embolsadas en plástico pero el director general promete cambios: “Si mañana hubiera una alternativa al plástico, lo haríamos. De momento, estamos testando el doblado en papel”, explica Toni Ruiz. Otro aspecto relacionado con el medioambiente es el reciclado de cajas. Las prendas dobladas se agrupan en cajas de cartón, de las cuales el 40% son recicladas. Mango espera alcanzar el 80%.
Datos y optimismo económico
Mango desvela pocos datos económicos durante la presentación del centro logístico aunque su director general afirma que “financieramente, nunca hemos estado mejor que ahora”. La compañía espera crecer en facturación y abrir entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados de superficie comercial, “aunque eso puede incluir el cierre de otras tiendas más pequeñas”, señala Ruiz. Recientemente, la marca ha anunciado el registro de su primer programa de pagarés en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF).
La compañía está centrada en su transformación y confía en que los datos le ayuden a que Mango “juegue en la Champions” del retail. Mango espera tener incorporada la tecnología RFID (que permite la trazabilidad total de las prendas) en dos o tres años; un sistema que ya utiliza su principal competidor, Inditex. Con este avance, “seríamos capaces de saber qué prendas entran al probador y no se venden”, pone como ejemplo Ruiz.
En esta misma línea, el director general reconoce que el programa de fidelidad lanzado este año “se ha convertido en un activo fundamental para Mango”. “Somos optimistas, los datos nos ayudarán a ser mejores”, termina el director general.